Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
20°
2 de Agosto,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Cultura pragmática y resultadista

Jueves, 06 de febrero de 2020 01:47
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Avanza la cultura pragmática y resultadista, que aflora por el lenguaje. Se va instalando en la conducta humana. Gestos interesados, lenguaje oscuro con malentendidos, para tapar intenciones. Se lo nota en los negocios, en los anuncios publicitarios. El mundo de hoy es pragmático, práctico, de acuerdo a la definición etimológica de la palabra pragmático, disciplina que estudia el lenguaje en relación al contexto donde se desarrolla la idea, es decir, las oraciones producen una acepción semántica pero su significado e interpretación depende del contenido y del contexto lingístico ya que una oración puede tener varios sentidos en diferentes contextos.

El pragmatismo es una doctrina filosófica que adopta como criterio la utilidad práctica, identificando lo verdadero con lo útil. El término pragmático se puede utilizar como sinónimo de práctico, materialista, funcional, utilitario, cómodo, entre otros. La persona pragmática aprovecha cada oportunidad para obtener un fin útil o un beneficio propio.

Existen puestos de trabajos u otras circunstancias de la vida que exigen que la persona sea pragmática, es decir, hábil, práctica y eficiente para lograr los objetivos definidos.

El pragmatismo político se fundamenta en prejuicios y no en consecuencias y el único criterio para juzgar la verdad de un acto o decisión es a través de sus efectos prácticos.

No obstante, el término pragmático puede ser usado como adjetivo para indicar que una persona relaciona las circunstancias con las personas que lo causan, o que actúa dando prioridad a la utilidad y valor práctico de las cosas.

La persona pragmática se caracteriza por aprovechar cada oportunidad con la finalidad de obtener un fin útil, o un beneficio propio.

El pragmatismo supone que los objetos han de ser comprendidos por su función práctica por lo que rechaza los conceptos humanos y el intelecto humano que manifiestan el significado real de las cosas.

El dogmatismo es una escuela filosófica que considera que a través de la razón como órgano de conocimiento, siempre y cuando se sujete a investigación y métodos, se pueden afirmar principios indiscutibles e innegables, dando la posibilidad de la relación entre el sujeto y el objeto. En cambio, el pragmatismo se basa en la función práctica de los objetos y su relación entre el sujeto y el objeto resulta de la necesidad de uso.

Esta nueva era dorada de la televisión, que muchos adjudican al gran momento que atraviesa el drama en el campo de las series, son muchas las variables que entran en juego para definir nuevos caminos narrativos. Historias que, más que nunca, toman como punto de partida la coyuntura, el momento histórico transitado como escenario para desarrollar diferentes géneros.

Se observan tratos espurios, lobbies empresariales y una posición resultadista frente a la política como instrumento de poder.

Al establecer el significado de las cosas a partir de sus consecuencias, el pragmatismo suele ser asociado a la practicidad y a la utilidad. Sin embargo, una vez más, esta concepción depende del contexto.

Cuando los políticos hablan de pragmatismo, muchas veces se basan en prejuicios y no en la observación de consecuencias. Por lo tanto, el pragmatismo político puede oponerse al pragmatismo filosófico.

Gracias a estas modernas actitudes se producen los desencuentros, falta de entendimiento; las variadas interpretaciones, que producen divisiones y complican los caminos del afecto, de la comprensión, de la buena armonía. Estos efectos en la sociedad moderna van aislando y el estado de soledad empieza a ser moneda corriente.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD