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Todo pasó muy rápido y de manera imprevista en estos últimos meses.
En enero de 2020 la Organización Mundial de la Salud declaró el brote de una nueva enfermedad por coronavirus en la provincia de Hubei, China, como una Emergencia de Salud Pública de relevancia internacional. Al poco tiempo, se declaró oficialmente la pandemia por coronavirus COVID-19 luego de haberse propagado la infección a una gran cantidad de países del mundo. El 16 de marzo, ya iniciado el período lectivo en Argentina y en particular en Salta, se estableció la suspensión de clases presenciales en todos los niveles educativos.
Escuela online
El COVID-19 ha provocado la interrupción de actividades de enseñanza, formación y capacitación profesional en todo el mundo y en particular en Salta. Antes del comienzo de la pandemia más de 460 mil niños y jóvenes de nuestra provincia participaban de actividades académicas en los niveles inicial, primario, secundario y superior; muchos de ellos debieron interrumpir sus estudios de la manera tradicional, como también sus docentes debieron dejar de dar clases de la manera que lo venían haciendo, recurriendo a las actividades de formación a distancia o virtual desde sus casas cambiando su estilo de trabajo usual dando lugar a la modalidad conocida como "teletrabajo" para permitir que las actividades académicas puedan continuar bajo un modelo pedagógico y de trabajo diferente.
Esto se constituyó en una gran novedad para el sector habida cuenta que antes de la crisis, los establecimientos educativos provinciales prácticamente no ofrecían formación en línea y muy pocos contaban con plataformas educativas para el trabajo de sus alumnos.
No solo fue el teletrabajo al que debieron recurrir, sino teletrabajo en un contexto de crisis sanitaria como modalidad que permita dar soporte alternativo a la continuidad del ciclo lectivo 2020 asegurando el acompañamiento pedagógico a los alumnos, agilidad operacional de manera remota, tratando de mantener el contacto con ellos en un escenario de aislamiento físico alternando el equilibrio entre las tareas domésticas con la modalidad de trabajo implementada.
El teletrabajo docente
El impulso de la modalidad conocida como "teletrabajo", que es aquel que se realiza fuera de las instalaciones del establecimiento mediante la utilización de otro tipo de recursos preferentemente relacionados con las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TICs), se dio como consecuencia de la necesidad de mantener la actividad educativa a pesar de la cuarentena.
Declarado el aislamiento, inmediatamente la mayoría de los docentes salteños asumieron el liderazgo que las circunstancias les imponían y están jugando un rol protagónico como "agentes de cambio" positivos frente a la pandemia; los resultados de un relevamiento sobre esta situación dan cuenta de esta actitud; la mayoría de ellos promovieron la resolución rápida de problemas y la ejecución de nuevas metodologías (a veces desconocidas) en un contexto de alto estrés e incertidumbre tratando de salvaguardar la sinergia del trabajo académico, manteniendo contenidos a los alumnos y acompañándolos en estos momentos difíciles.
Se pasó de 0 (cero) a más del 95% en menos de un mes adoptando esta modalidad, haciendo que el empleo docente a distancia, de manera remota, se dispare. En circunstancias normales, probablemente este paso se hubiera planificado cuidadosamente, tanto desde el punto de vista tecnológico como adaptando los modos de organizar y dirigir el trabajo docente y hubiera llevado años. Aunque también hay que destacar que esta nueva forma de trabajo trajo algunos sinsabores para los educadores habida cuenta que se han visto obligados a poner en práctica el teletrabajo originando que las nuevas habilidades y competencias digitales que hacían falta se vayan construyendo a medida que se "tele trabajaba" lo cual le significó muchas veces ineficiencias, cambios y aprendizajes debido al exceso de información digital a la que se enfrentó acarreando un aumento de ritmo y horas de trabajo.
Experiencias en cuarentena
En la provincia de Salta ejercen la docencia un total de 28.401 personas. Habiendo investigado esta situación sobre las "Experiencias docentes en la provincia de Salta durante el COVID-
19", para conocer las opiniones, percepciones y expectativas de los docentes sobre el trabajo llevado a cabo durante el período de cuarentena a raíz del COVID-19, hemos indagado aspectos de un amplio espectro.
Por ejemplo, se preguntó si continuó dando clases remotamente, si sus alumnos continuaron y cómo fue la tarea desarrollada; cómo fue la intensidad de su trabajo en comparación con las clases presenciales, cómo percibe la eficacia de las clases virtuales frente a las presenciales. También, cómo es su situación frente a la nueva realidad, qué tipo de apoyo necesita para la virtualidad, cuáles recursos digitales está utilizando para el dictado de clases.
Evaluar la experiencia supone saber cómo resultó la adquisición de nuevas habilidades, cuáles fueron las principales dificultades, los apoyos con los que contó para hacer posible la tarea, qué tipos de canales de comunicación utilizó para estar en contacto con los alumnos, y cuáles fueron algunos inconvenientes.
Así, por ejemplo, se pudo saber que la mayoría de los docentes en Salta continuó con algún tipo de actividad para acompañar a sus alumnos durante la cuarentena, que fueron muchos los alumnos que siguieron participando remotamente y presentando tareas, que el trabajo realizado está siendo intenso, que la eficacia de las clases es poca, que actualmente la mayoría tiene resuelta la forma de acompañamiento a pesar de las dificultades (que son numerosas), que necesitaron apoyo para el manejo de recursos digitales tales como plataformas educativas, redes sociales, etcétera.
Una innovación seria
Los docentes perciben que la enseñanza virtual tendrá un efecto positivo en la adquisición de nuevas habilidades aunque, la mayoría de los encuestados expresó que al momento de retomar las clases presenciales le gustaría que todo vuelva a ser como antes; que las principales dificultades con la continuidad de clases estuvo relacionada con la falta de conexión a internet, escasez de recursos por grupo familiar (PC, celulares, tablets) y la imposibilidad de evaluar y la participación de los padres en el proceso. Que ante la urgencia, la mayoría decidió la estrategia de acompañamiento con las autoridades institucionales.
De la experiencia relevada se deduce que las mayores dificultades estuvieron centradas en la infraestructura deficiente con la que se contaba, principalmente la conexión a internet y disposición de recursos digitales para uso exclusivo de clases, las dificultades de acceso a la tecnología (tanto en materia de equipos como de programas informáticos); la falta de conocimientos digitales de profesores y alumnos, e inclusive los padres o tutores directos de los más pequeños que necesariamente debieron intervenir en el proceso de enseñanza, constituyó otro obstáculo para facilitar actividades de enseñanza y aprendizaje en línea eficaces.
Deficiencias y expectativas
La investigación puso de relieve que la mayoría de los docentes tienen gran voluntad de trabajo para continuar con el dictado de clases, demostrando gran nivel de compromiso con su profesión.
Sin embargo, a pesar de los efectos positivos de la modalidad que socialmente no pueden desatenderse y permitieron continuar con el acompañamiento pedagógico de alguna manera, el estudio reflejó los desajustes e inconvenientes que de manera individual o colectiva se han producido que estuvieron relacionados principalmente con las deficiencias en tres recursos fundamentales, que dificultaron sus actividades: la conectividad y calidad de conexión a internet; disponer de equipos electrónicos adecuados para el trabajo académico; y capacitación en el uso de las herramientas informáticas básicas y de plataformas, para unificar criterios y poder brindar lo más equitativamente posible los contenidos de cada nivel. Estas fueron las principales condiciones contraproducentes que manifestaron en su mayoría que están haciendo que el trabajo durante esta cuarentena no sea efectivo y productivo.
Cabe destacar también, que los docentes manifiestan que casi la mayoría de los alumnos continuaron a pesar de que no todos participan activamente y presentan las actividades que se proponen. Entre las herramientas que los docentes más están utilizando (los que cuentan con conexión a internet y poseen los recursos para el acompañamiento) son el video/audio por WhatsApp; plataformas como Google Classroom, por ejemplo, y el Zoom o Meet para encuentros más “cara a cara”; todo esto le está generando impactos positivos en la adquisición de habilidades digitales aunque llama la atención que más del 40% expresa que al momento de retomar las clases presenciales quieren que todo vuelva a ser como antes. Esto ¿será así? o ¿el escenario educativo habrá cambiado para siempre?
El teletrabajo fue para los docentes un desafío técnico y adaptativo importante, que a pesar del “aislamiento físico” que impuso la cuarentena no significó de ninguna manera que el contacto social con los alumnos se haya perdido; definir la forma en que iba a continuar con las actividades frente a la emergencia y plantearse la disponibilidad de herramientas tecnológicas frente a los inconvenientes propios del entorno (falta de internet, el ancho de banda, las computadoras, celulares, espacio tranquilo, etc.), la capacitación urgente que tuvo que realizar por sí mismo para asegurar la continuidad con el uso de herramientas tecnológicas le significo un desafío adaptativo importante para romper paradigmas, cambiar de hábitos y comportamientos, aprender y construir nuevos canales de comunicación. Todas estas acciones manifestaron que las hicieron en mayor o menor medida, para mantener la cercanía con los alumnos y comunidad educativa en general.