Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
-0°
3 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Irresponsabilidad que pagarán los salteños

Viernes, 12 de noviembre de 2021 02:08
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

La Provincia deberá pagar 36 millones de dólares debido a la irresponsable decisión del exgobernador Juan Manuel Urtubey y de su ministro Carlos Parodi de rescindir, en 2013, un contrato internacional sin otro motivo que adjudicar el juego a otros empresarios muy conocidos a nivel nacional: Cristóbal López y Miguel Ángel Caruso, entre otros.

¿Por qué irresponsable? Porque no existía otro fundamento que la voluntad del gobernador. Al final, el organismo internacional le dio la razón al grupo Casinos Austria, que tenía el paquete mayoritario de las acciones de Entretenimientos y Juegos de Azar SA (Enjasa), y dejó de lado las acusaciones de incumplimientos o irregularidades que se lanzaron al aire para decorar la rescisión.

Muy poco tiempo antes, en 2010, en ocasión de cumplir Enjasa diez años de actividad, en un acto realizado en Pro Cultura Salta el entonces gobernador había felicitado y agradecido a la empresa que, "a través de sus servicios, colabora con las actividades culturales y turísticas de Salta". En ese mismo acto el embajador de Austria en Argentina, Robert Zischg, anticipó que "vamos a seguir trabajando para explorar futuros negocios entre Austria y la provincia de Salta".

“En 2010, Urtubey felicitó a Enjasa por sus aportes a la provincia durante una década”. 
 

La confianza de los austríacos se derrumbó rápidamente. Cuando decidió beneficiar a otros socios, Urtubey afirmó que el contrato que tanto había elogiado era "leonino".

En realidad, la empresa tenía un millar de empleados trabajando y el contrato había incluido una inversión de 44 millones de dólares; entre los servicios prestados a los que había hecho referencia Urtubey figuraba la construcción de un hotel internacional de cinco estrellas (el Sheraton) , de una escuela de hotelería y otra de gastronomía.

“Cuando en 2013 decidió beneficiar a otros socios dijo que el contrato era ‘leonino’”.
 

Esos datos los presentó Casinos Austria al CIADI, junto con la información de "un canon fijo inicial de 2,5 millones de dólares, que luego pasó a 4,9 millones de dólares y, en el 2001, por una decisión del Gobierno nacional se pesificó". También detalla el "cordial acuerdo" con Urtubey para pasar a un canon del 16%.

Lo que para los austríacos fue una sorpresa, para el gobierno de Urtubey fue una política.

En julio de 2014 el Tren a las Nubes se había convertido en uno de los íconos turísticos argentinos con mayor proyección internacional, junto a las Cataratas del Iguazú y por encima de Bariloche y el Glaciar Perito Moreno. Por no poder resolver un problema elemental: el mantenimiento de las vías, Urtubey lo estatizó y su ministro de Gobierno, Pablo Kosiner, definió la operación como "una revolución ferroviaria". Resultado: Salta se quedó sin el Tren a las Nubes.

En setiembre de 2010, Urtubey rescindió el contrato con la Fundación Santa Tecla y estatizó la administración del Hospital Materno Infantil, un nosocomio modelo, equipado con material del primera línea y que brindaba los mismos servicios de una clínica privada de excelencia. La razón fue ideológica y la expuso el ministro Gabriel Chagra Dib: los hospitales deben ser administrados por el Estado, dijo al anunciar la estatización. La gestión de Chagra Dib, justamente, quedó signada por el sensible déficit de políticas sanitarias que sufrió la provincia.

“El Tren a las Nubes era un ícono turístico internacional. Lo estatizaron y desapareció de la agenda”.
 

Los resultados de las estatizaciones dispuestas por Urtubey están a la vista: con la rescisión del contrato con Aunor, la autopista entre Güemes y Salta perdió mantenimiento y seguridad; la estatización de Aguas de Salta dio lugar a Aguas del Norte que en una década y con distintas administraciones no ha dado muestra alguna de eficiencia.

Y lo mismo podría decirse de la intempestiva suspensión del contrato con la empresa Plumada que prestaba los servicios al archivo oficial.

Incumplir un contrato equivale a perder la credibilidad. En su alocución de 2010, el embajador de Austria hablaba de la "confianza y la hospitalidad" que brindaba la Provincia. No hablaba del gobernador que celebró el contrato, Juan Carlos Romero, ni de quien en ese momento celebraba la presencia de Enjasa en la provincia, Juan Manuel Urtubey. La confianza de un Estado exige la coherencia en las políticas públicas de largo plazo.

La rescisión de la concesión del juego y la destrucción del Tren a las Nubes fueron dos golpes a una industria, la del turismo, que es vital para Salta y que venía con un fuerte envión al irse colocando la provincia como centro receptor regional. Son también el indicio de una ausencia significativa de conciencia de lo que representa la inserción internacional de Salta, y de los requisitos de responsabilidad y congruencia que requiere.

La improvisación y el oportunismo de un gobierno aniquilan la seguridad jurídica, los proyectos de largo plazo y la inversión generadora de ingresos y de empleo genuino.

Es decir, comprometen el futuro.

 

 

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD