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Las industrias viven hoy un momento de reinvención a partir de la irrupción de la tecnología en los procesos productivos. Este fenómeno será el eje del panel con el que El Tribuno cerrará la jornada del ciclo "Hablemos de lo que viene – Innovación" el próximo viernes en el Jockey Club. Francisco Valdez, cofundador de Silentium Apps y uno de los oradores del panel, anticipó a este diario su participación en el ciclo de charlas: "Hay un concepto de crecimiento exponencial que se ve mucho con los avances tecnológicos y cómo van impactando en la sociedad y en la forma en que vivimos y cómo trabajamos".
¿Qué opina de cómo la industria fue cambiando a partir de la irrupción de la tecnología?
Los cambios se iniciaron de una forma lenta, minuciosa, a partir de conocimiento empírico desde el cual las empresas empezaron a desarrollar la tecnología.
Esto se dio hace unas décadas y uno fue viendo cómo fue incrementando la capacidad de las computadoras, cómo fue evolucionando desde un teléfono con cable hasta la telefonía celular actual. Nosotros nos encontramos hoy en la curva exponencial, a punto de dar el verdadero salto, que es cuando los cambios se empiezan a producir de una manera más veloz, rápida y con un impacto mucho más profundo en la sociedad.
¿O sea que en el futuro inmediato veremos cambios más vertiginosos?
Sí, ahora nos encontramos en un punto en el que la tecnología y la innovación que trae la tecnología va a empezar a tener un impacto muchísimo más profundo en la forma en que vivimos, en la forma en la que trabajamos e interactuamos.
Van a ser cambios muy rápidos y va a llegar un momento en el que año tras año veamos cómo estos cambios llegan, se impregnan a la sociedad y de repente usaremos autos autónomos sin haberlo visto venir.
Ya se ve cómo, con la tecnología, se empezarán a cambiar las formas en las que se tratan los cultivos, la ganadería, los cultivos de peces, hay un montón de cambios que se están produciendo que sirven para alimentar a una sociedad cada vez más grande, porque el crecimiento exponencial también se aplica a cómo está creciendo la sociedad en cantidad de habitantes.
¿Qué rol tuvo la pandemia por COVID-19 en la idea de adoptar rápidamente estos cambios?
La pandemia nos demostró cómo esos cambios se producen rápido, abruptamente y los asimilamos.
El trabajo remoto es un claro ejemplo de ello: se puede dar en este momento 100% gracias a la tecnología. Pero si una pandemia como la de COVID-19 hubiera aparecido hace 30 años, no sabemos cómo se hubiera desenvuelto la sociedad en términos de trabajo, de la productividad… Sin embargo, las industrias más apoyadas en las tecnologías se adaptaron rápidamente y quedaron con ese modelo de base para el futuro.
¿El trabajo remoto llegó para quedarse?
En empresas como la nuestra hoy en día trabajamos con modelo híbrido, donde la mayoría trabaja remoto. Ya el lugar de trabajo empezó a ser el que elige el trabajador, cosa que hace unos años era impensada.
La forma en la que interactuamos también: en los '90, cuando nuestra generación iba al colegio, si tenías que llamar a alguien levantabas el teléfono o ibas físicamente a reunirte con la gente, pero hoy en día hay citas online y la forma en la que la gente interactúa con la tecnología es distinta a nuestra época y eso demuestra lo rápido que es el cambio. Cuando nosotros teníamos 25 años, de repente aparecieron Facebook y Twitter y cambió la forma en la que nos comunicamos.
En este contexto, ¿qué nos depara el futuro?
El futuro está marcado por una fuerte presencia de la inteligencia artificial, pero no como la vemos ahora, sino en la toma de decisiones, basada en la capacidad que van a tener las computadoras para tomar decisiones, a partir de la forma en la que las tomamos los humanos pero a velocidad superior.
La robótica está llegando con la industria 4.0 para cambiar todos los procesos productivos: hoy en día uno no se sorprende cuando entra a una fábrica y los brazos robóticos están en la manufactura y los seres humanos estamos coordinando la máquina y supervisando el proceso. No va a ser raro que nos subamos a un avión que se maneje solo, así como nos vamos a subir a los autos que se manejen solos. La medicina va a ser uno de los rubros donde más cambios va a haber, hay tantas proyecciones que se pueden hacer con la tecnología que tenemos hoy y cómo puede ir esto impactando en los años, que uno puede sonar a futurista pero estas con cosas que ya están en proceso. Es cuestión simplemente de la adaptación de la sociedad, que va a ser rápida.
No es que nadie va a dejar de adoptar tecnología por mantener la humanización. Lo que va a cambiar es el rol del ser humano en la historia, se va a apostar mucho más a la calidad de vida, a la especialización, la forma en la que trabajamos, la estructura en la que los chicos van al colegio quizás cambien totalmente. Por ahí cuando uno entienda hacia donde vamos con la tecnología, no es la tecnología aplicada a cómo vivimos hoy, sino que va a cambiar la forma en que vivimos para adaptarnos a esto.
¿Hoy qué tipo de servicio brinda Silentium?
Nosotros partimos de una misión muy clara y sencilla que es acercar las personas a la tecnología y esto se da en todos los aspectos. Desde el aspecto del recurso humano que trabajan las empresas; del aspecto de cómo nos manejamos con los clientes, y hoy nos consideramos un puente tecnológico entre las organizaciones y sus clientes o sus procesos.
Nosotros ofrecemos soluciones que se materializan en aplicaciones móviles, en páginas web, en videojuegos, en soluciones de ciencias de datos, de realidad virtual, de realidad aumentada. Buscamos siempre ser al aliado tecnológico de las empresas que vienen con un problema claro o por ahí vienen con un problema indefinido. Nos transformamos en sus partners (compañeros), en tratar primero de entender el problema para después trabajar juntos en una solución, con un enfoque tecnológico.
Nosotros buscamos entender lo que necesita el cliente. Nos enfocamos en su problema, lo definimos y pensamos en qué solución tecnológica podemos darle. Asesoramos en el proceso para que la solución sea realmente la adecuada.
¿Hace cuánto empezaron a trabajar?
Somos dos los cofundadores. Empezamos en 2016. Santiago y yo venimos desde 2006 juntos, fuimos compañeros de la facultad y empezamos a emprender juntos. Luego se nos sumó Martín, mi hermano, en este proceso. Y hoy en día somos cuatro los socios, ya que el primer empleado que tuvo Silentium hoy es parte de la cúpula societaria.
¿Qué perfil tienen quienes trabajan en la empresa? ¿Todos tienen formación universitaria completa o reciben pasantes?
La gran mayoría en la empresa son profesionales, algunos con títulos universitarios, otros con formación autodidacta, pero los perfiles más experimentados todos tienen alguna formación previa, pero no siendo esto excluyente. Muchos chicos de las nuevas camadas ya son profesionales formados en Silentium, ya que uno de nuestros diferenciales es que formamos nuestro propio talento.
Tienen su propia escuela, que es lo mismo que tenían antes las industrias…
Exactamente. Y el mensaje que transmitimos es que acá vienen a iniciar su carrera, no es un curso, no es una capacitación. Hay un compromiso de dos partes, de nosotros hacia ellos para formarlos y de ellos hacia nosotros para vislumbrar un futuro y una continuidad una vez que termina el proceso de formación. Nosotros formamos profesionales acorde a las necesidades puntuales del mercado que tenemos y esto genera un compromiso muy alto de ellos hacia nosotros porque es un camino que recorremos juntos donde ellos terminan insertándose en el mundo laboral en un par de meses.
Esto de trabajar con tecnología les abre las puertas a tener clientes de cualquier lugar del mundo ¿Esto se les está dando?
Si, si bien nosotros contamos con un espacio físico ya que tenemos nuestra sede en Salta, esta forma de trabajo remoto nos abrió las puertas a tener colaboradores de distintas provincias y países.
Pero además esta globalización tan fuerte acercó a los clientes a estas empresas de tecnología que están radicadas en Latinoamérica. Si bien es algo que ya se daba antes, las empresas de tecnología tienen ya de nacimiento una visión global de hacer negocios que hoy está mucho más fuerte por la dinámica que se generó, en hacer videollamada, reuniones remotas, que hacer un viaje o juntarse en vivo.
La visión de la empresa siempre fue global por las características del mercado. En Argentina somos generadores de software, mientras hay otros países que son consumidores.