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Las cumbres del cerro Candadito se cubrieron en pocos minutos de oscuras nubes que desorientaron a Víctor Chocobar. El frío acompañado de viento contribuyeron para que el joven baquiano de 19 años pierda el camino por el que transitaba. Había salido el pasado viernes junto con su familia a buscar animales dispersos por las cumbres de la zona de El Alisal, a unos 7 kilómetros de Campo Quijano.
Mientras sus hermanos y familiares bajaban con la tropa hacia la parte baja de la Quebrada del Toro notaron que faltaba Víctor. La zona escarpada no dejaba ver a la distancia si el joven baqueano seguía la marcha o se había perdido en medio de los cerros con la densa neblina. Apenas llegaron a la zona baja, el grupo se comunicó con la policía de Quijano para avisar de la desaparición de Chocobar.
Así fue como a las seis del tarde del viernes se montó un operativo de búsqueda inmediata con 16 efectivos a cargo del comisario Santos Casimiro, y miembros de la comisaria Campo Quijano, Rosario de Lerma, División Canes, Policía Rural y el Grupo de Rescate de Alta Montaña de Bomberos. Se sumaron familiares y Defesa Civil de la Municipalidad de Campo Quijano. Llegada la noche la temperatura bajó considerablemente en esa zona, la marca mercurial bajó a dos bajo cero, con llovizna y el viento que no se despegaba de la comisión de rescate.
“Tuvimos que rastrillar una zona complicada con quebradas y mucho monte en la zona baja. Al subir el frió y el viento complicaron el rescate” contó a El Tribuno el comisario Ramiro Corimayo a cargo del operativo de búsqueda y rescate del joven baquiano.
La perra India, una beagle ávida en este tipo de rastrillajes dio con algunas prendas de Chocobar este sábado a la mañana en medio de unas rocas. Esto permitió seguir con paso seguro hasta el hallazgo del joven en un sendero que dirige a la parte baja de la montaña. Chocobar por medio de gritos y silbidos ubicó mejor al grupo de rescate para ser asistido en medio del cerro.
Con principios de hipotermia y algo tembloroso, Chocobar fue ayudado a bajar hasta el puesto de un lugareño de apellido Quipildor. Allí el jefe de Defensa Civíl de Campo Quijano Martín Padilla comprobó el estado de salud del joven. Luego de corroborar que no tenía heridas y podía seguir caminando fue auxiliado hasta una base operativa en la zona de ruta nacional 51 para ser trasladado hasta el Hospital Francisco Herrera de esta localidad.