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3 de Agosto,  Salta, Centro, Argentina
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"Fue una locura para mí", contó Joel Martínez tras el gol de su debut en Gimnasia

El delantero que arribó el jueves a Salta y 72 horas más tarde anotó el tanto que abrió el marcador en el clásico, habló tras el partido y sostuvo: "No me imaginaba este marco". En el santo nadie habló.
Domingo, 12 de junio de 2022 19:15
Fotos: Javier Corbalán
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El delantero que 72 horas atrás había arribado desde Brown de Adrogué tuvo solo 24 minutos para meterse en el bolsillo a los hinchas de Gimnasia y Tiro: tras un centro de Rubén Villarreal, su cabezazo perfecto abrió el marcador en el clásico en la recta final de un partido que parecía morirse sin anotaciones.  "Sabía que una me iba a quedar, me tenía mucha confianza y por suerte entró una", dijo más tarde en zona mixta.

Surgido en Lanús y con mucho por recorrer, el futbolista de 26 años explicó sobre su llegada a la esquina de Vicente López y Leguizamón.  "Ya quería salir hace rato de allá y se me complicó con Brown, pero se pudo dar y hoy estoy en Gimnasia".

Y también se refirió a los 6 mil hinchas millonarios que le dieron un gran marco al imponente Gigante del Norte.  "No me imaginaba esta cantidad de gente, es hermoso jugar así" y añadió que al partido lo jugaron "con mucha garra, como un clásico".

Si bien se excusó sobre su pronta llegada, avisó que estaba al tanto del club y al torneo que llegaría: "Yo llegué el jueves y no pude entrenar mucho. Sabía sobre la categoría porque miro mucho fútbol y cualquiera le puede ganar a cualquiera. Espero que ganar este clásico sea el inicio de algo lindo".

Juan Manuel Perillo, el autor del segundo grito millonario también se expresó tras el partido y su sonrisa graficó la felicidad de un experimentado jugador que sigue siendo clave. "El partido pasado de local tuvimos la misma intensidad, pero no pudimos meterla y esta vez si se nos dio. En el clásico fuimos justos ganadores".

Sobre su tanto en tiempo de descuento y el corte que tuvo en su ojo izquierdo comentó: "Mas alla del gol, la felicidad que tengo es por el esfuerzo que hacemos día a día, nos exigimos dejar todo. Estoy muy contento por el esfuerzo de todos para que la gente se sienta identificada con este equipo".

Finalmente el entrenador Arnaldo Sialle fue quien tomó la palabra: "Los muchachos demostraron que son valientes y supieron reponerse ante la adversidad.
No me acuerdo ninguna chance clara de Juventud. Lo ganamos bien dentro de un trámite disputado".

El DT también se refirió a los refuerzos (Martínez y Diego Cardozo) que terminaron siendo clave en el clásico: "Son muchachos que nos pueden ayudar, a estos  refuerzos los hemos visto jugar mucho, por suerte se le dio a Martínez y Cardozo tuvo una clara, ya se le dará".

Fotos: Javier Corbalán

En fila india y sin comentarios

Las caras largas de los jugadores del antoniano dijeron más que palabras.

Pablo Martel fue el primero en salir del vestuario y esquivó a los periodistas en la zona mixta. Al ser consultado por El Tribuno sobre el análisis del partido, solo atinó a decir: "No voy a hablar" y se fue directo al colectivo que esperaba por los visitantes.

Pese a la insistencia de los colegas repitió que no daría declaraciones y a este medio le agregó: "voy a seguir", tras un partido que puede marcar un antes y un después de un técnico que apenas lleva semanas en su cargo. 

Es que Martel estuvo tres partidos en el banco de suplentes y en todos el santo perdió (Defensores de Pronunciamiento, Unión de Sunchales y el clásico de este domingo). Ahora, encima, el santo deberá medirse ante Atlético Paraná, equipo que goleó 4 a 0 a Crucero del Norte y quedó dos puntos abajo de Juventud.

En caso de una victoria de los entrerrianos, los de Lerma y San Luis caerán en zona de descenso directo.

Varios minutos después de la salida de Martel lo hicieron jugadores y dirigentes y todos dejaron en claro que no querían declarar. En fila india salieron rumbo al colectivo que ya estaba en marcha y minutos más tarde dejaron un estadio de Gimnasia y Tiro que históricamente le fue favorable, aunque en esta oportunidad quedó al borde del precipicio.

 


 

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