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La declaración de Luciano Pertossi, el único imputado que rompió el silencio desde el inicio del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, fue uno de los hechos más destacados de la segunda semana de audiencias, con una breve intervención en la que el joven buscó contradecir a un grupo de peritos que lo ubican entre los presuntos agresores directos de la víctima, rol en el que también fueron identificados su hermano Ciro, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Blas Cinalli, a partir de los testimonios de más de 70 testigos.
"Yo no estaba ahí", dijo Luciano Pertossi tras pedir declarar de manera sorpresiva durante la jornada del jueves ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, luego de que especialistas en reconocimiento facial forense de la Policía Federal Argentina (PFA) lo identificaran entre quienes golpeaban a Fernando la madrugada del 18 de enero de 2020, en base a un relevamiento cuadro por cuadro de los videos.
La pericia, detallada por los testigos Andrés Bruzzese, Yanina Cuenca, Ricardo Pisoli y Agostina Matticol reforzó otros indicios aportados previamente en ese sentido por al menos dos testigos convocados durante la primera semana del juicio, y detonó a su vez la decisión del joven de poner fin al silencio compacto de los ocho acusados desde que el proceso se puso en marcha el último 2 de enero.
La secuencia del video analizado en la pantalla de la sala de audiencias del primer piso de los tribunales locales ubicaba a Luciano Pertossi como alguien que "participa también de la golpiza", y a partir de las precisiones solicitadas por los abogados de la familia de Báez Sosa -Fernando Burlando y Fabián Améndola- fue señalado como uno de sus agresores directos, pese a que el joven llegó a juicio imputado únicamente por atacar a quienes intentaron defenderlo.
Su breve intervención fue el punto más destacado de una semana que incluyó en total el testimonio de 27 testigos, que se sumaron a los 47 de la anterior, y aportaron además nuevos elementos para ubicar también a Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21) y Ciro Pertossi ()22) como agresores directos de Fernando.
En el caso de Cinalli, el único que no había sido mencionado en ninguno de los testimonios de la primera semana, una pericia detallada en la audiencia del miércoles por el testigo César Guida, forense del Ministerio Público Fiscal, reveló que había rastros de ADN compatibles con su perfil genético en el dedo meñique de la mano izquierda de Fernando.
En cuanto a los resultados de las pericias de ADN detallados a mitad de semana por Guida ante el tribunal, detectaron, además, rastros de sangre de la víctima en al menos siete prendas secuestradas a los acusados, entre ellas las dos zapatillas marca Cyclone de Thomsen y una camisa de Benicelli.
El lunes declararán Alejo Milanesi y Tomás Colazzo, el primero imputado y sobreseído y el segundo amigo de los acusados, considerado como el sospechoso "número 11".