Otro capítulo del "no me importa"

En los últimos días, casi sin capacidad de sorpresa, asistimos a un espectáculo lamentable de hechos que reflejan el deterioro absoluto en el que se encuentra el país, en lo económico, en lo social, en lo institucional, en lo político y también en lo moral.

Ese deterioro, que es fruto de 20 años de kirchnerismo (16 gobernando y 4 poniendo -y tirando- piedras), se presenta además a días de decidir el futuro del país, lo que hace mucho más importante aún que tomemos conciencia y que recuperemos esa capacidad perdida de sorpresa.

Defender en el Senado a una jueza, que la Corte Suprema ya ha jubilado, con la obstinación siempre vigente de defender la agenda de la impunidad del oficialismo, avalada ahora con su firma por el todavía Presidente de la Nación (aunque no parezca), es un capítulo más del "no me importa" en lo institucional y en el respeto a la independencia de los poderes.

Las fotos y videos del inexplicable despilfarro del ahora exjefe de Gabinete bonaerense, lo es en lo moral, como lo es en lo económico la descontrolada inflación, que incluso así, con datos récord en los últimos 30 años, le otorga chances al ministro de Economía como candidato a presidente de la Nación. Solo en este país, con esos datos, y con la pobreza superando el 40%, es que un funcionario del Gobierno puede tener aspiraciones electorales. Eso también refleja el deterioro en otros aspectos relevantes de la vida social.

Que ese deterioro, que esta nube de locuras sucesivas, no nos impida decidir bien. No nos impida ver que existe un camino de seriedad, de crecimiento, de respeto institucional, de diálogo, de justicia social, de acuerdos programáticos, que no lo pueden recorrer quienes nos trajeron hasta aquí. Es Juntos por el Cambio con Patricia Bullrich quien ofrece un plan que garantiza la búsqueda y el cumplimiento de esos objetivos.