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Hay una brecha importante entre lo que se paga en las ciudad de Salta con lo que cuestan los combustibles en la frontera norte.
En Tartagal, la petrolera Refinor vende a 921,30 pesos el litro del gasoil premium. En tanto que YPF lo vende a $809 el litro el Infinia Diesel. Hay una brecha de 112,3 pesos, lo que equivale a una diferencia de un 14%. A 795 pesos cuesta el mismo combustible en las YPF de la ciudad de Salta. En tanto que las Refinor llega a $911.
En la ciudad de Orán nunca (en esta semana) dejaron de expender. En ese contexto, los incrementos fueron superiores al 30% y la nafta súper costaba el miércoles $450 el litro y ayer llegó a $618.
En la zona del Chaco salteño, la estación de servicio de Santa Victoria Este vende la súper a 800 pesos. Hay una brecha de 182 pesos, lo que significa una diferencia superior al 20%.
Con el incremento de los precios de ayer, comenzó a salir el stock de manera inmediata. En la ciudad de Salta empezó a normalizarse el abastecimiento de combustible. Sin embargo muchos automovilistas, aún con el aumento superior al 30 por ciento, salieron a buscar combustibles a cualquier precio.
La mayoría tienen en la mente que "hoy será siempre más barato que mañana".
El temor que ganó la calle en estos días es que los aumentos continúen y por eso salen a hacer largas colas, esperar un buen tiempo en el calor húmedo de la ciudad para ver de cargar combustible ahora que existe disponibilidad.
Sendero de aumentos
Con este nuevo aumento, el segundo en menos de una semana, los precios de las naftas treparon más de 60 por ciento, con lo que el litro de súper en Salta está a $618.
Cristian Bergmann, consultor y experto en energía, consideró en Energy Report que entramos en lo que el Gobierno denomina "un sendero de aumentos".
"Un nuevo dólar de $800 pone en tensión el precio en surtidor. Es de esperar un reacomodamiento de los precios en el orden del 50 al 70%, principalmente por el pass through de la devaluación", dijo Bergman. "Es que la devaluación implica un aumento de la materia prima, que es el petróleo que compran las refinadoras", dice la periodista especializada Florencia Barragán.
Sin embargo, no se espera que se quiera realizar el traslado de la devaluación de un día a otro, sino que fuentes de LLA (La Libertad Avanza) consideran que lo que habrá será un "sendero de aumentos". "Pueden llevar el precio a 1 dólar el litro si quieren, pero no lo van a hacer, porque tienen un market share que cuidar", consideraron. Si bien las refinadoras dieron aviso de los aumentos al Gobierno, la respuesta oficial que recibieron fue: "No hay nada que avisar porque los precios en adelante serán libres".
Mercados
El objetivo del gobierno de Milei es unificar los precios del mercado interno con los de exportación. Por eso, el barril criollo, que es el nombre que se utiliza informalmente para el precio que pagan las refinadoras a las petroleras el barril en el mercado interno (muy inferior al internacional), lentamente dejará de existir. Quisieran que "desapareciera hoy mismo", pero saben que el "export parity" no se puede trasladar de la noche a la mañana. Desde LLA lo llaman "barril de transición": es que saben que esa convergencia de pasar de pagar U$S 56 como se venía haciendo a U$S 75 como se exporta, no se dará de un día a otro.
Esa unificación de precios, que inicialmente preveían en al menos 18 a 24 meses, podría achicarse a menos de un año. Por un lado, porque las medidas económicas son de "shock". Mientras cae el precio internacional del crudo, y también "ayuda" a cerrar esa brecha la suba de retenciones a las exportaciones.
A partir de ahora, en el sector también esperan un sendero de incrementos "escalonados" para sostener hacia al final del verano con un precio en surtidores equivalente a USD1 por litro, con el que se terminaría de cubrir el retraso acumulado en el último tiempo de las políticas subsidiarias y el actual impacto de la devaluación. La visión de la Secretaría de Energía es que en el corto plazo los precios sean "libremente decidido por las compañías".