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El helado es uno de los postres predilectos en la sobremesa argentina pero, como a todos los alimentos, la inflación lo está dejando cada vez más lejos del alcance de muchas familias.
A la hora de elegir hay una gran variedad de posibilidades. En el país funciona una de las cadenas comerciales de helados más grandes del mundo, con franquicias en todas las provincias y también en el exterior. En estos locales, la característica principal es el precio, relativamente accesible para un producto de calidad aceptable para la mayoría.
En esta cadena se puede comprar un cuarto kilo de helado por $600 y un kilo, por $1.800. En los supermercados se pueden encontrar marcas aún más económicas, pero que se ubican un escalón por debajo en sabor y textura.
Comer un cuarto kilo en las heladerías artesanales más tradicionales de Salta puede costar entre $1.650 y $1.800, dependiendo del lugar. Para los que pueden, pagar este precio vale la pena por la calidad. Estas marcas ofrecen sabores más intensos y reales, preparaciones cuidadas y materias primas premium.
En estos negocios, el kilo de helado puede llegar a costar unos $4.400 pesos, algo así como dos kilos de tapa de asado de novillito, un valor elevado pero que muchos consideran justificado.
En este escenario, preparar helado en casa volvió a ser una opción para muchas familias. El pastelero Hernán Moretti compartió una receta fácil y rica para ahorrar.
Se necesitan dos yemas de huevo, 60 gramos de azúcar refinada, 200 mililitros de crema de leche, 10 mililitros de esencia de vainilla y 30 mililitros de agua.
Con el azúcar se debe hacer un almíbar que alcance el "punto bolita". Luego se baten las yemas y, una vez que espumen, se agrega de a poco el almíbar mientras se sigue mezclando.
Cuando se enfría la preparación, hay que agregar la esencia de vainilla. Aparte se bate la crema de leche sin dejar que llegue al punto chantillí. Luego se une todo con una espátula y se lleva al freezer en un recipiente de vidrio.