Los años pasan y la profunda fe de muchos fieles católicos se mantiene intacta. Así lo demostró la multitudinaria procesión de Viernes Santo por el cerro San Bernardo, considerada la más concurrida en la ciudad. A la cabeza, la Cruz procesional de la Catedral basílica y con ella varias cruces que llevaron los devotos junto con sus intenciones. El camino fue largo, pero ameno entre los cánticos de penitencia y rezos.
inicia sesión o regístrate.
Los años pasan y la profunda fe de muchos fieles católicos se mantiene intacta. Así lo demostró la multitudinaria procesión de Viernes Santo por el cerro San Bernardo, considerada la más concurrida en la ciudad. A la cabeza, la Cruz procesional de la Catedral basílica y con ella varias cruces que llevaron los devotos junto con sus intenciones. El camino fue largo, pero ameno entre los cánticos de penitencia y rezos.
"Es un día especial para mí, Dios nos dio un lugar para perdonarse lo que hacemos durante el año, por eso hoy venimos a agradecer a Dios que nos da fuerzas y valores", expresó conmovido Dalmiro López, en el día más triste para la Iglesia Católica.
Cada persona vive la fecha de forma particular, dependiendo de sus creencias y tradiciones. Como Delgado, apellido de un hombre que contó que todos los años sube el cerro el Viernes Santo en bicicleta y lo hace para rezar por su salud y la de sus seres queridos.
"Quiero estar bien. Trabajo no porque ya estoy jubilado", acotó emocionado Rogelio Aguirre, quien cargaba una cruz en sus manos. "Siempre hice el vía crucis, salvo los últimos dos años por la pandemia que por suerte los pude transitar bien y no me pasó nada", añadió.
En el caso de Florencia, que realizó la caminata religiosa en familia, pidió para que el año que viene se concrete su soñada graduación. Luciano, un adolescente de 14 años, también rezó por sus estudios y por la salud de toda su familia. Contó que participa del vía crucis desde los 5 años.
Tras la pandemia de coronavirus y en plena crisis económica, en diálogo con El Tribuno, la mayoría de los pedidos coincidieron en evitar las enfermedades y conservar la buena salud, además de los agradecimientos a Dios por su bienestar y el de sus familias.
Esta noche, a partir de las 21, se dará inicio a la Vigilia Pascual con la bendición del agua y del fuego en el atrio de la Catedral. De acuerdo al cronograma, se debe llevar agua y velas con una base de cartón. Por la mañana, habrá confesiones en el templo. Vale recordar que hoy no se celebra misa, sino que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús.