inicia sesión o regístrate.
La denominada Masacre de Palomitas sigue estando en la memoria colectiva de los salteños. Para el próximo jueves 6 del presente mes la Mesa de Derechos Humanos de Salta tiene organizadas dos actividades para recordar a las 11 víctimas del peor acto del terrorismo de Estado cometido en la provincia.
Hace 47 años, once presos por razones políticas fueron sacados del penal de Villa Las Rosas, de la capital provincial, donde estaban alojados y luego fueron fusilados en la ruta nacional 34, a la altura del paraje Palomitas, a unos 60 kilómetros de la ciudad de Salta, durante un falso operativo de traslado.
La masacre ocurrió el 6 de julio de 1976 y las víctimas fueron Pablo Outes, Celia Leonard de Ávila, Benjamín Leonardo Ávila, Roberto Oglietti, Amaru Luque de Usinger, Rodolfo Usinger, María del Carmen Alonso, Georgina Droz, José Póvolo, Alberto Savransky y Evangelina Botta de Nicolai.
Los nombres de las 11 víctimas de la Masacre de Palomitas resuenan año a año en el parque San Martín, en el Monumento a Palomitas, justo debajo de los cables por donde pasa el Teleférico Salta.
Para este año está previsto habilitar una Baldosa de la Memoria, en el recuerdo de Alberto Savrasnky, el médico tucumano que llegó a Salta con la convicción de militar por un mundo mejor. Al "Beto" Savransky lo detuvieron el 17 de febrero de 1975. Tenía dos hijos: José y Mariano. Finalmente los sacan de Villa Las Rosas en la fría madrugada de julio del 76 y lo fusilan junto a otras 10 personas.
Hoy, por iniciativa de los vecinos de la zona de Portezuelo y de la militancia de las organizaciones de DDHH de la provincia, se trabajó en la colocación de la Baldosa de la Memoria en la plazoleta Quebrada de la Horqueta, próxima a la Comisaría 9ª, en el ingreso a la ciudad de Salta.
La convocatoria para el descubrimiento de la Baldosa de la Memoria de Alberto Savransky es para el jueves 6, a partir de las 9.30. Luego, la Mesa de DDHH tiene previsto realizar el acto central por todas las víctimas de Palomitas en el parque San Martín, el mismo día, a partir de las 10.30.
Desde la Mesa de DDHH advirtieron que no organizaron ningún acto a realizarse en el paraje Palomitas.
Componen la Mesa de Derechos Humanos de Salta la Comisión de Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas y Gremiales, la Asociación de DDHH Lucrecia Barquet, la Asociación de DDHH Coca Gallardo, H.I.J.O.S. Salta en la Red Nacional; más la filial local de la Liga Argentina por los DDHH y la Asociación Miguel Ragone.
Y la convocatoria es para todos los movimientos sociales, organizaciones feministas, del colectivo LGTBQI +, los partidos políticos, sindicatos, y a toda la militancia y luchadores populares.
Las 11 víctimas estaban presas en la cárcel de Villa las Rosas "a disposición del Poder Ejecutivo" como muchos otros presos por razones políticas durante la última dictadura militar. En la madrugada del 6 de julio de 1976 los buscaron del penal para, supuestamente, trasladarlos a una penitenciaría de Córdoba. Al llegar al paraje Palomitas, los hicieron bajar del vehículo y los acribillaron a balazos al costado de la ruta 9/34.
Por el caso, condenaron a perpetua a Luciano Benjamín Menéndez, Carlos Alberto Mulhall, Hugo César Espeche, Miguel Gentil y Joaquín Guil.
La historia viva de una víctima del terror
Mariano Goldman es hijo de Alberto Savransky. Nació el 31 de julio de 1975 y tenía menos de un año cuando a su papá lo fusilaron en Palomitas.
"Yo no recuerdo nada de mi papá, todo lo que tengo me lo contaron luego mi mamá y los amigos salteños de la militancia", dijo Mariano en diálogo telefónico con El Tribuno.
Mariano tiene a su hermano mayor que se llama José. Cuando a Alberto lo asesinan, su mamá Graciela Bellos, se exilia con los niños en Brasil, en casa de una amigo que se llama Moisés Goldman. Con el tiempo forman una nueva pareja y Moisés adopta a los niños brindándole el nuevo apellido.
Al día de hoy, con casi 48 años, Mariano nombra a su papá Moisés y a su papá "Beto", es psicólogo, tiene tres hijas, pero aún tiene esa herida que no puede cicatrizar.
Es casi imposible imaginar para las nuevas generaciones el dolor de perder un padre fusilado, el exilio, los estigmas de los hijos de las víctimas del terrorismo de Estado. Es por eso que se dice que Palomitas es una causa que no se cerrará nunca.
Los familiares recordarán a las víctimas en su dimensión humana y sus vidas cotidianas, más allá de la militancia que compartían. Pablo Outes era exdiputado provincial; Celia Leonard de Ávila, maestra; Benjamín Leonardo Ávila, comerciante; Roberto Oglietti, estudiante universitario; Georgina Droz, licenciada en Ciencias de la Educación; Amaru Luque de Usingier, psicóloga; José Póvolo, comerciante; Alberto Savransky, médico; Rodolfo Usinger, técnico electrónico y María del Carmen Alonso, arquitecta.
También se aprovecha la fecha para que las organizaciones de DDHH de Salta lean un documento analizando la coyuntura social y económica por la que atraviesa el país y nuestra provincia. Sin dudas que el documento de Palomitas marca la línea por donde irán los reclamos de Verdad, Memoria y Justicia.