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Tenía pedido de captura desde el 21 de marzo de 2024 y sobre él pesaba una recompensa de $5.000.000. Su cara circuló por todas las redes sociales y medios de comunicación. Aún así, Abel Guzmán, el homicida que quedó filmado cuando asesinaba de un tiro en la cabeza al colorista Germán Medina en una peluquería de Recoleta, logró evadir a la justicia durante 10 semanas. Hasta este miércoles.
Fuentes oficiales confirmaron que los investigadores dieron con Guzmán en una casa del partido bonaerense de Moreno de la calle Miserere, donde se escondía. Según las primeras informaciones, allí lo arrestaron.
Medina fue asesinado de un disparo en la cabeza en la peluquería Verdini, ubicada en la calle Beruti al 3017, en el barrio porteño de Recoleta.
Tras dispararle a su compañero, Guzmán escapó por una ventana y estuvo en calidad de prófugo hasta hoy.
Guzmán, de 43 años, protagonizó el sangriento episodio que derivó en la muerte del colorista en la peluquería Verdini, donde ambos trabajan.
El ataque de Guzmán, quien asesinó a Medina de un disparo en la cabeza, quedó registrado en las cámaras de seguridad del local, mientras que la víctima fue trasladada al Hospital Fernández, en grave estado, y falleció poco después. Luego, el criminal escapó por una ventana y desde aquel día se desconocía su paradero hasta que fue apresado este miércoles en una casa ubicada en la calle Miserere, de Moreno, luego de que una vecina alertara a las autoridades.
Al día siguiente del trágico episodio, desde el Juzgado N°48, a cargo del juez Javier Sánchez Sarmiento, se firmó el pedido de captura. Por su parte, el dueño del local -Facundo Verdini-, cerró el negocio durante algunas semanas por temor a una nueva aparición de Guzmán, hasta que finalmente decidió reabrir el 12 de abril, aun con custodia policial en las inmediaciones.
El gobierno, asimismo, había oficializado días pasados una recompensa de cinco millones de pesos para quien brindara información sobre el paradero del asesino.