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Un grave conflicto institucional se produjo en el municipio de El Quebrachal, en donde desde la Intendencia se le solicitó de manera inmediata a la Policía entregar el predio que le pertenece al municipio -en menos de diez días- donde funciona actualmente la Policía Rural (ver el oficio en la web).
El escandaloso pedido se realizó a través de una nota firmada por el hermano del intendente actual, quien solicita como secretario de Gobierno municipal la entrega inmediata del predio que ocupa la División Rural de la Policía.
La nota, que tomó estado público hace unas horas, causó pavor a los ciudadanos del departamento Anta, pero más aún a los productores de la zona, que vienen peleando desde hace años contra bandas nacionales e internacionales de abigeato, robo de agroquímicos y robo de cereal a granel, que se exporta ilegalmente a través de documentos apócrifos que se obtienen en la zona. Denunciaron que los granos terminan en la frontera norte.
Lo cierto es que, según fuentes fidedignas de ese municipio, el sábado un nuevo jefe policial en ejercicio de sus funciones se presentó en el boliche "La Isla", propiedad de políticos de la zona, y se escandalizó al ver que en el interior del mismo se hallaban decenas de menores de edad en estado que no hace falta referenciar.
Por el caso se labraron actas y demás papeles, y ese habría sido el motivo de la intempestiva nota dirigida al jefe de la Unidad Regional de Anta para que disponga el desalojo de los integrantes de la Policía Rural de manera inmediata, con el solo motivo de que el predio que actualmente ocupa la fuerza será transformado en un hostal o casa de alojamiento.
La noticia puso al borde del colapso nervioso a los jefes policiales de Anta, máxime con el historial de ese predio, que fue ofrecido hace cuatro años atrás de manera encarecida por el propio municipio tras una ola de robos de ganado, mayor y menor, robo de granos, asaltos en despoblado, robo de agroquímicos y narcotráfico, ya que los caminos vecinales y de fincas de la zona eran tierra de nadie.
La División Rural cuenta allí con 28 efectivos; motocicletas enduro y una camioneta. Las fuerzas civiles dijeron ayer a El Tribuno que al parecer quieren liberar la zona y alejar los controles, porque de otra manera no se entiende que los funcionarios pretendan dejar a la población sin seguridad, dijeron.
Tras varios cabildeos, la nota tomó estado público y la indignación también. Y de inmediato los pobladores de El Quebrachal se expresaron de manera contundente y salieron a luz los entredichos surgidos en la noche anteña, siempre llena de calor humano y juventud.
Por esta razón algunos pobladores señalaron ayer que la Policía Rural no debe retirarse de Anta, porque "aquí hay gato encerrao" (sic), dijeron.
"Es una locura"
En tanto, el presidente de la Fundación Ganaderos del Sud, Álvaro Ortiz de Urbina, dijo ayer que es una locura desalojar a la Policía Rural, después de tantos esfuerzos que realizamos los productores para contar con alguna seguridad en nuestros emprendimientos productivos.
Si se va la Policía Rural triunfa la delincuencia, habrá más libertad para los delincuentes.
Aquí tenemos graves problemas con el robo de ganado, además de lidiar con una red que facilita la documentación para que puedan sacar lo robado de la jurisdicción, denunció el productor.