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Un camión boliviano, una camioneta puntero y una casa de Monte Grande. Esos tres elementos marcaron el inicio de un operativo de Gendarmería Nacional que terminó con el hallazgo de 444 kilos de cocaína. La fuerza federal desbarató así una operación de narcotráfico que intentaba mover camuflados entre cajones de bananas esa cantidad de estupefacientes en la provincia de Buenos Aires. El procedimiento se inició luego de que los agentes detectaran maniobras sospechosas entre un camión con patente boliviana y una camioneta Chevrolet S10, que actuaba como puntero en la Ruta Nacional 205.
Los dos vehículos ingresaron a un domicilio en la localidad de Monte Grande, lo que despertó las alertas de los investigadores. Minutos después, la camioneta fue detenida sobre la avenida Pedro Dreyer, donde los uniformados descubrieron 14 bolsas de arpillera con ladrillos rectangulares en su interior, típicos de los utilizados para transportar estupefacientes.
En paralelo, otro equipo de gendarmes interceptó al camión en la intersección de la avenida Jorge Newbery y la autopista Ezeiza-Cañuelas. El chofer, que llevaba un cargamento de bananas con destino al Mercado Central, no pudo justificar la maniobra.
El Juzgado Federal N°1 de Lomas de Zamora ordenó que el procedimiento se trasladara a la Escuela de Gendarmería “General Martín Miguel de Güemes”, donde se realizó la apertura de la carga. Allí se contabilizaron 420 ladrillos de cocaína, que tras el Narcotest arrojaron resultado positivo, alcanzando un peso total de 444,834 kilogramos.
Además, se dispusieron allanamientos en el domicilio de Monte Grande y en otro punto de Ezeiza, donde se secuestraron un teléfono celular, un GPS, documentación, además de dos vehículos vinculados a la banda.
El operativo culminó con la detención de cuatro personas: tres bolivianos y un argentino, quienes quedaron a disposición de la Justicia por tráfico de estupefacientes.