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Familiares de un peón rural de El Quebrachal, departamento de Anta, que fue asesinado en un confuso y sangriento hecho ocurrido el 5 de febrero de 2024, siguen reclamando justicia porque el caso quedó impune y sin detenidos.
La víctima, Néstor Abel Cuellar, recibió una puñalada en el corazón y el único detenido y sospechoso, Mario Rito Tevez, fue absuelto por el beneficio de la duda y luego liberado en un juicio oral y público, que concluyó el mes pasado, y estuvo a cargo del juez del Tribunal de Juicio, sala II, vocalía I, de Metán, Sebastián Fucho.
“Durante la audiencia de debate se recepcionaron declaraciones de más de diez testigos, pudiendo solo el testigo, Víctor Palomo, indicar a Tevez como el autor del hecho, al punto que la Fiscalía en sus alegatos hace hincapié en esa declaración. Sin perjuicio de ello, sus declaraciones fueron contradictorias, lo que se pudo observar de la inmediación que evitaba explayarse en sus respuestas a pesar de la insistencia de las partes”, señaló el juez Fucho en los fundamentos del fallo.
Sostuvo que Palomo en un primer momento dijo que estaba sentado abajo de un paraíso en la casa de Sebastián Tevez (hijo de Rito) y en la reconstrucción del hecho expresó que estaba parado al frente de la propiedad, que a dos metros estaba Cuellar con Tevez y empezaron a pelear. Dijo que Tevez tenía un cuchillo en la mano derecha y Cuellar un machete en la mano derecha. Que ahí es cuando Cuellar le pega a Tevez en el cuello con el machete y Tevez le da el “chuzazo”.
“La prueba producida en el debate no ha logrado despejar las dudas razonables que surgen en torno a la autoría del hecho por parte del acusado. Los testimonios resultaron contradictorios en aspectos sustanciales. No existe evidencia objetiva que los corrobore”, destacó el juez Fucho en la resolución.
En el fallo el magistrado absolvió a Mario Rito Tévez, un jornalero de El Quebrachal, del delito de homicidio simple, por el beneficio de la duda, teniendo en cuenta el principio de “in dubio pro reo”. Por lo que Fucho ordenó su inmediata libertad.
En los alegatos la fiscal Celeste García Pisacic dijo que los hechos se iniciaron en febrero de 2024, cuando Yesica Cuellar se despierta para guardar su moto y ve a su padre, Néstor Cuellar, tendido en la calle, que la misma procuró la presencia policial y médica, pero la víctima ingresó sin vida al hospital de la localidad del departamento de Anta.
“La producción probatoria, como la autoría, quedan probadas”, destacó la fiscal, quien solicitó una pena de 10 años de prisión de cumplimiento efectivo para Rito Tevez.
Mientras que el abogado defensor de Tevez, Pedro Brizuela, dijo que la Fiscalía no pudo demostrar el móvil del crimen y remarcó las contradicciones del principal testigo. “El testigo único debería ser muy determinante, de la declaración del señor Palomo se presumen dudas. Se contradice al decir que fueron a tomar bebidas y después que no, son hechos que demuestran a la clara que está mintiendo”, indicó Brizuela, quien solicitó la absolución por el principio de la duda.
Lo que llamó la atención es que Brizuela cargó contra el hijo de su defendido en los alegatos. “El Ministerio Público Fiscal no estuvo a la altura de la circunstancia, primero al dar la libertad a Sebastián (Tevez), autorizarlo a que se vaya y premiarlo con un sobreseimiento”, destacó el letrado.
“Hay un asesino suelto”
“Esto ocurrió pasadas las 3 de la madrugada del 5 de febrero de 2024. Mi hermana encontró a mi papá tirado y ensangrentado casi al frente del domicilio de Sebastián “Ñato” Tevez, que es el dueño de la casa donde ocurrieron los hechos”, dijo Micaela Cuellar, hija de la víctima.
“A mi padre lo dejaron ahí tirado, no le brindaron ningún tipo de ayuda y nadie avisó para que llegara rápido la Policía y una ambulancia. Tenía una herida de arma blanca en el corazón”, indicó.
“El único acusado que llegó al juicio oral fue Mario Rito Tevez, pero fue absuelto. La Fiscalía lo apuntó como el único autor, pero no fue así. Con mi familia -y todo El Quebrachal sabe-, que el asesino fue el hijo, Sebastián “Ñato” Tevez, el cual está libre. Estuvo preso en un primer momento luego del hecho, pero después de dos meses la Fiscalía lo sobreseyó y le permitió que se fuera a vivir Río Gallegos, Santa Cruz”, destacó Micaela Cuellar.
“Acá hay un asesino suelto y también hay cómplices porque hubo un pacto de silencio para que no se supiera la verdad. Esto es una gran injusticia, pero vamos a seguir insistiendo y a pedir que se reabra la investigación para que el verdadero culpable pague por lo que hizo”, señaló la hija de Néstor Cuellar.
“En la investigación hubo muchos errores e irregularidades desde el principio. Por ejemplo, el arma blanca con la que asesinaron a mi papá apareció ocho meses después y la habían lavado”, detalló Micaela Cuellar.