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La excepcionalidad que presentaba Salta en medio del derrumbe del empleo privado en el país parece haber llegado a un techo en mayo pasado. Según los últimos datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) publicados por la Secretaría de Trabajo, en el quinto mes del año se registraron 126.300 trabajadores formales en la parte privada. Significa un crecimiento del 2,4% con respecto al mismo mes de 2023, pero el nivel se mantiene en relación abril en la medición desestacionalizada (es decir, sin tener en cuenta las variables que hacen crecer o caer el empleo siempre en el mismo período, como puede ser la época de vacaciones, por ejemplo).
Salta, Neuquén y Tucumán son las únicas provincias que mostraron un crecimiento laboral en el ámbito privado durante mayo, en la comparación interanual. En el resto del país, el empleo en este sector sigue en picada, donde la cantidad de puestos de trabajo asalariado registrados se contrajo por noveno mes consecutivo.
Por la minería
En esta provincia el empleo privado venía en franco crecimiento desde octubre del año pasado y recién en mayo la serie se planchó. Una explicación puede pasar por la minería, que si bien es la razón de la creación del empleo en estas latitudes, a partir del inicio del segundo cuatrimestre el trabajo en el sector empezó a sentir el impacto de la baja del precio internacional del litio, y sus consecuencias en las operaciones mineras locales.
El fenómeno de la burbuja laboral de Salta dentro la debacle nacional se observa de manera puntual en la actividad de la construcción (y esto también tiene que ver con la minería). Un reciente reporte del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) da cuenta que en mayo fue la única provincia que tuvo un incremento en los puestos formales de la actividad con respecto al mismo mes del año pasado. En ese periodo tuvo un crecimiento laboral del 2,6% interanual.
Salta viene con cifras históricas en la construcción. En mayo se registraron 12.815 empleos en el rubro.
La retracción laboral sigue en el país
El empleo formal, en los números generales de todo el país, cayó por noveno mes consecutivo en mayo y alcanzó su peor marca desde abril del año pasado. Desde diciembre, ya se perdieron más de 175.000 puestos de trabajo asalariado formales.
Según los datos del SIPA, de la Secretaría de Trabajo, en el quinto mes de mayo la suma de asalariados en el sector privado, más asalariados en el Estado y trabajadoras de casas particulares dio un total de 10,1 millones de empleados, 20.300 menos que el mes previo.
La merma mensual fue explicada por una pérdida de 9.100 fuentes laborales en el rubro privado, 8.800 en el sector público y 2.400 entre las empleadas domésticas. En términos porcentuales la pérdida de empleo fue mayor en los últimos dos segmentos, dado que el total de trabajadores es considerablemente inferior al que se verifica en el privado.
También se verificó una reducción en la cantidad de trabajadores con monotributo social.