La mañana en el centro salteño se transformó en un escenario casi de película. Mientras una tormenta eléctrica caía sobre la ciudad, un rayo impactó con fuerza en la Plaza 9 de Julio, sobre una de las palmeras que adornan el pulmón verde del corazón salteño.
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La mañana en el centro salteño se transformó en un escenario casi de película. Mientras una tormenta eléctrica caía sobre la ciudad, un rayo impactó con fuerza en la Plaza 9 de Julio, sobre una de las palmeras que adornan el pulmón verde del corazón salteño.
La escena ya era caótica: en la esquina de Zuviría y Caseros, un camión recolector de residuos de Agrotécnica Fueguina había colisionado con una motocicleta, generando un revuelo que captó la atención de todos. Pero el rayo se llevó el protagonismo.
"El cielo se iluminó y un estruendo ensordecedor nos dejó a todos paralizados. La gente gritaba y corría, fue un momento de pura adrenalina", relató uno de los testigos que estaba cerca de la glorieta, a pocos metros de donde ocurrió el impacto.
El rayo cayó sobre una palmera que se erige a un costado de la glorieta, en un instante donde la lluvia torrencial sumaba dramatismo a la escena. "Sentí el corazón latir a mil por hora. No sabíamos qué pasaba, fue como si explotara algo", agregó otro vecino que pasaba por la plaza.
A pesar del susto colectivo, no se registraron heridos ni mayores daños materiales. Sin embargo, el fenómeno natural dejó en evidencia la vulnerabilidad de los espacios abiertos en días de tormenta, incluso en áreas equipadas con pararrayos.
La Plaza 9 de Julio, habitual refugio de turistas y salteños que disfrutan del centro, vivió un día diferente. Entre el accidente vial y el impacto del rayo, quedó claro que hasta los lugares más tranquilos pueden convertirse en escenario de lo inesperado.
Una vez pasada la tormenta, lo único que quedó fueron las anécdotas y la impresión de haber vivido algo que muchos describen como "único y aterrador".