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El Gobierno nacional se prepara para ingresar en una nueva etapa de su plan económico y político, con el impulso de reformas estructurales que, según sostiene el oficialismo, son necesarias para consolidar el crecimiento. Entre ellas, la denominada “modernización laboral” ocupa un lugar central y ya genera un intenso debate en el Congreso y en la sociedad.
En ese contexto, el diputado nacional de La Libertad Avanza, Julio Moreno, planteó una defensa enfática del proyecto y lo inscribió dentro de un proceso más amplio de transformaciones que, a su entender, ya muestran resultados concretos. “Ya se cumplieron los objetivos del primer eje del plan de Javier Milei, con dos años consecutivos de superávit fiscal sin default, una inflación que pasó de ser diaria a mensual, baja de la pobreza y un fuerte ingreso de inversiones a través del RIGI”, afirmó.
Moreno detalló que el Gobierno ahora avanza sobre un segundo y tercer eje: el orden público y la reducción del tamaño del Estado. Sin embargo, remarcó que el foco inmediato estará puesto en las reformas estructurales, entre ellas la modernización laboral, la ley de inocencia fiscal, un nuevo presupuesto con reglas fiscales y la reforma del Código Penal.
“No es una reforma, es una modernización”
Para el legislador, uno de los principales errores del debate público es conceptual. “Yo no te diría que es una reforma laboral, sino una modernización laboral”, insistió. En su análisis, la legislación vigente que data de la década del 70 no refleja la realidad actual del mercado de trabajo. “Hoy existen formas de empleo que antes no estaban contempladas: trabajos digitales, plataformas, delivery, nuevas modalidades que quedaron fuera del marco legal”, explicó.
Desde esa mirada, Moreno considera que la iniciativa apunta a uno de los problemas estructurales más profundos del país: la informalidad. “Casi el 50% de los trabajadores está en la informalidad y hace más de diez años que no crece el empleo privado. Esto es consecuencia de leyes que desalientan la contratación formal”, sostuvo.
En ese punto, fue crítico con el rol de los sindicatos y de los gobiernos anteriores. “Yo les preguntaría qué pasó en estos años con los trabajadores informales. Se cobraba sobre el empleo formal, pero nadie resolvió el problema de fondo”, cuestionó.
Inversiones, pymes y “la industria del juicio”
El diputado vinculó directamente la modernización laboral con la llegada de inversiones y el desarrollo económico. Según afirmó, los inversores no solo evalúan impuestos y cargas sociales, sino también la previsibilidad en las relaciones laborales. “Una de las cosas que hay que evitar es la industria del juicio. Una pyme no resiste ciertos niveles de litigiosidad”, señaló.
En esa línea, adelantó que el paquete de reformas buscará complementar la modernización laboral con alivios impositivos, reducción de burocracia y herramientas para fortalecer a las pequeñas y medianas empresas.
Moreno también anticipó un escenario de mayor competencia entre provincias. “Se van a devolver facultades impositivas y va a haber una competencia fuerte entre las provincias para atraer inversiones. Más de una va a tener que adaptarse a ese nuevo escenario”, advirtió.
Indemnizaciones y derechos adquiridos
Uno de los puntos que más resistencia genera en el debate público es el sistema de indemnizaciones. Frente a ese temor, el diputado fue categórico: “No lo veo como una pérdida de derechos. Va a ser optativo. Ningún trabajador va a perder derechos adquiridos”.
Según explicó, se analiza un sistema de aportes para futuras indemnizaciones, con el objetivo de evitar conflictos judiciales. “No se va a obligar a nadie ni se van a quitar derechos. Lo que se dice desde la oposición es una locura que busca generar miedo”, afirmó.
También rechazó las versiones sobre una supuesta precarización laboral. “Puede haber normas más flexibles en horarios, vacaciones o modalidades, pero en ningún momento se va a perjudicar al trabajador. Al contrario, se le van a dar más derechos acordes a la realidad actual”, sostuvo.
Un debate abierto en el Congreso
Moreno reconoció que el proyecto aún no es definitivo y que puede sufrir modificaciones en el Senado antes de llegar a Diputados. “Hoy hay muchas conjeturas. Cuando tengamos el texto final, recién ahí se podrá discutir con precisión”, señaló.
Pese a ello, se mostró confiado en el respaldo político. “Estoy convencido de que los diputados y gobernadores amigables van a acompañar estas reformas. Va a ser una discusión intensa, pero creemos que se van a aprobar”, aseguró.
Para el legislador, la modernización laboral no es un fin en sí mismo, sino una pieza clave de un modelo de país distinto. “La forma de trabajar cambió muchísimo y la ley tiene que acompañar ese cambio. No es para alarmarse, es para empezar a crecer”, finalizó.