inicia sesión o regístrate.
Marcos Borja, chofer del corredor 4C, realizó su último viaje y fue sorprendido por familiares y amigos en una emotiva despedida en pleno centro de la ciudad.
Después de más de tres décadas recorriendo las calles de la ciudad, Marcos Borja cerró este lunes una etapa fundamental de su vida laboral. El histórico colectivero del corredor 4C realizó su último recorrido tras haber ingresado a trabajar en el año 1991, y lo hizo rodeado de afecto, sonrisas y una celebración que no pasó desapercibida.
La jornada tuvo un clima especial desde temprano. Compañeros de trabajo, amigos y familiares ya habían preparado una sorpresa para acompañarlo en su despedida definitiva del volante, tras años de madrugadas, horarios extendidos y miles de pasajeros transportados a lo largo del tiempo.
La última parada del recorrido fue en la intersección de Urquiza y Pellegrini, donde Marcos Borja fue recibido con aplausos, abrazos y una escena tan colorida como emotiva. Entre nieve artificial, pelucas y carteles, el colectivero fue ovacionado por quienes lo esperaban para celebrar su jubilación.
El momento fue vivido con alegría y emoción. Hubo risas, fotos, lágrimas y palabras de agradecimiento para quien durante más de 30 años fue parte de la rutina diaria.
La escena llamó la atención de peatones y automovilistas que se detenían a observar el festejo improvisado en plena calle. La despedida se convirtió en una verdadera postal urbana, cargada de afecto y reconocimiento al trabajo silencioso de quienes sostienen el transporte público día a día.
Así, entre abrazos y festejos, Marcos Borja dio inicio a una nueva etapa de su vida. El último viaje quedó atrás, pero el cariño de quienes lo acompañaron marcó el mejor punto final para una larga trayectoria al frente de un colectivo.