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27 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Polémica por el cierre definitivo de una escuela rural en Orán

Se trata de la 4091 "Benigna Saravia", con una matrícula de 21 niños y 75 años de existencia. Le dieron hasta el 11 de julio para que busquen otra escuela. Las familias se niegan, resisten y protestan.
Viernes, 27 de junio de 2025 15:17
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Domingo Faustino Sarmiento, excelso estadista, constructor de la Patria, decía que "por cada escuela que se abre se cierra una cárcel". En Salta, las cosas, en materia de políticas educativas, parecen que están a la inversa. Para el 11 de julio próximo le dieron la fecha definitiva del cierre de la escuela N° 4091, Benigna Saravia, de la finca Abra Grande, en el departamento Orán.

"Por cada escuela que se cierra se abre un cárcel", sería la ecuación del Gobierno de Salta.

Pero la comunidad de la escuela va en contra de la decisión, no se entrega y resiste. Agotaron todos los recursos administrativos y llegaron a la protesta pública la semana pasada.

Hablamos de una institución de 75 años que viene soportando, desde 2018, acciones deliberadas para el cierre. Al día de hoy, tiene su edificio original clausurado desde 2018 y los alumnos reciben las clases clases en contenedores marítimos en desuso que se se reciclaron y adaptaron como aulas.

La escuela Benigna Saravia, que lleva el nombre de la destacada maestra salteña, ha tenido una historia particular, pasando de una infraestructura con amplias galerías y patios a la precariedad de los contenedores. La escuela, que alguna vez formó parte de un modelo de escuelas formadoras que enorgulleció a la provincia, ahora se encuentra en riesgo de cierre definitivo. La comunidad indígena ava guaraní Río Blanco ha manifestado su preocupación y ha organizado manifestaciones para evitar el cierre de la escuela, que atiende a más de 20 niños y niñas en régimen plurigrado. 

En lugar de aceptar el cierre, los habitantes de Abra Grande propusieron una solución concreta: la construcción de un nuevo edificio escolar con al menos tres aulas, que permita continuar la educación en condiciones dignas y sin alejar a los niños de su entorno.

La comunidad educativa reconoce el mal estado del edificio escolar, pero considera injustificada la decisión de tirar todo abajo y cerrar la escuela. En cambio, plantea como solución la construcción de una nueva escuela, evitando así el traslado de los estudiantes a las escuelas de Orán.

En tanto que la comunidad indígena ava guaraní de Río Blanco "Itikat" (Piedra Grande), con Personaría Jurídica N° 029, le envió una nota de pedido al intendente de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, Baltasar Lara Gros, solicitando la construcción de 3 nuevas aulas, una galería, agua corriente de red, la provisión de una heladera con freezer y un grupo electrógeno. Se amparan en la Constitución Nacional  Argentina, en la Convención de los Derechos del Niño, la Ley 26.061 y tratados internacionales vinculados a los derechos fundamentales de DDHH, con jerarquía constitucional.

Hace unos días hubo una reunión entre funcionarios del Ministerio de Educación de la Provincia, docentes y familias. En ese encuentro le confirmaron a los padres el cierre del 11 de julio. "Nosotros le pedimos que sigamos aunque sea con los aulas containers, pero que sigamos acá. Ellos nos plantean el traslado de los chicos a escuelas que están sobre la ruta 50 y otros a Orán. Los padres les dijimos que no vamos a trasladar a los chicos, que el derecho de ellos es seguir teniendo clases en esta escuela. Ellos nos dijeron que se comprometían a gestionar para que sigan las aulas móviles, pero acá nadie les cree nada. Hablamos con el dueño de las aulas y nos dijo que el 11 de julio se las llevan", dijo Sergio, un padre de dos estudiantes de la Benigna Saravia.

En otras reuniones anteriores de los padres con legisladores locales, éstos últimos "sugirieron" que los niños tiene que asistir a instituciones de la ciudad de Orán. Los padres no quieren el traslado a la ciudad por las características de las escuelas urbanas, con toda su complejidad. Se trata de población rural, cuyos estudiantes caminan por horas para llegar a la institución, que cuenta con comedor. Además los padres trabajan en fincas de la zona y consideran que es lo mejor para sus hijos. En última instancia, es el Estado el que debe asegurar el derecho del acceso a la educación pública, laica y gratuita; tal como lo definió Domingo Faustino Sarmiento.

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