Ladrones de clase media, bien vestidos y de buenos modales tienen en jaque a los locales comerciales del Alto Noa Shopping, especialmente a los que venden joyas y artículos de primera marca, denunciaron a El Tribuno dueños y empleados de estos establecimientos, uno de los cuales sufrió el sábado pasado la pérdida de quince anillos de oro, que un veloz amigo de lo ajeno se llevó en un santiamén (ver recuadro a la derecha).
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Ladrones de clase media, bien vestidos y de buenos modales tienen en jaque a los locales comerciales del Alto Noa Shopping, especialmente a los que venden joyas y artículos de primera marca, denunciaron a El Tribuno dueños y empleados de estos establecimientos, uno de los cuales sufrió el sábado pasado la pérdida de quince anillos de oro, que un veloz amigo de lo ajeno se llevó en un santiamén (ver recuadro a la derecha).
Los problemas se potencian año a año en la época de las fiestas navideñas, cuando la concurrencia de clientes es masiva “especialmente por las ofertas de happy hours”, señalaron las vendedoras de una decena de locales consultados. “Son un horror”, puntualizó otra.
Los “chetoladrones” se camuflan en los lugares donde hay mucha gente, “especialmente en los que no tienen detector de alarma en sus puertas, como es el caso de Ossira, que vende ropa top femenina”, dijo la encargada de una tienda cercana.
En la zapatería Grimoldi, las empleadas comentaron: “Acá robaron varias veces, pero el caso más gracioso fue el de una clienta habitual que salió con los zapatos más caros en sus pies y nos dejó la caja con los viejos. Lo peor es que vuelve como si nada”, añadieron.
Otro de los comercios que sufre constantes robos es India Style, un pequeño negocio de accesorios, cuyas empleadas se mostraron indignadas. “Siempre nos roban, principalmente adolescentes que se llevan aros y pañuelos. El jueves pasado hubo un intento, pero mi compañera se dio cuenta y evitó el hecho y ellos -
eran dos chicos- se fueron riéndose y le dijeron: "Denuncianos. Somos menores y no nos pueden hacer nada'”, agregó.
En Ricky Sarkany -que vende zapatos y carteras-, comentaron: “No sufrimos muchos robos, pero una vez se llevaron un par de botas carísimas, de talle 40”.
En el local de la empresa de telefonía Personal, sustrajeron varios equipos completos, contaron sus dependientes a El Tribuno. “Lo raro es que siempre están rondando policías de civil”, agregaron.