La última vez que alguien vio a “Almita” fue en la noche del siete de julio de 1999, justamente en la misma jornada en la que ocurrió el crimen. Fue en el cumpleaños de un amigo, el “Chato” Corbalán. Oliva se ufanaba de sus conocimientos de magia negra y de mantener contactos con Satanás.
inicia sesión o regístrate.
La última vez que alguien vio a “Almita” fue en la noche del siete de julio de 1999, justamente en la misma jornada en la que ocurrió el crimen. Fue en el cumpleaños de un amigo, el “Chato” Corbalán. Oliva se ufanaba de sus conocimientos de magia negra y de mantener contactos con Satanás.
Esa noche, le confesó a Corbalán que tenía una misión sagrada: “Tengo que renovar mi pacto con el Diablo”. Pero su amigo no le dio importancia, creyendo que eran desvaríos de borracho.