Creo que no hay salteño que no conozca el Mercado San Miguel, aunque más no sea por referencia. Y claro, es el centro comercial más viejo de la ciudad. Y aunque los vecinos compran allí sus vituallas desde hace 146 años, la mayoría ignora quién fue su creador o por qué se llama San Miguel. Lo fundó en 1865 don Saturnino San Miguel y Moldes -de ahí su nombre-, y sus descendientes lo conservaron hasta 1961, año que la provincia lo expropió para transferírselo luego a la comuna capitalina. Privado o estatal, siempre ocupó la manzana de calles Ituzaingó, La Florida, Urquiza y avenida San Martín.
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Creo que no hay salteño que no conozca el Mercado San Miguel, aunque más no sea por referencia. Y claro, es el centro comercial más viejo de la ciudad. Y aunque los vecinos compran allí sus vituallas desde hace 146 años, la mayoría ignora quién fue su creador o por qué se llama San Miguel. Lo fundó en 1865 don Saturnino San Miguel y Moldes -de ahí su nombre-, y sus descendientes lo conservaron hasta 1961, año que la provincia lo expropió para transferírselo luego a la comuna capitalina. Privado o estatal, siempre ocupó la manzana de calles Ituzaingó, La Florida, Urquiza y avenida San Martín.
Desde su fundación hasta 1914, su estructura edilicia creció anárquicamente. Pero ese año, los hijos de San Miguel resolvieron levantar un nuevo edificio. Y como lo querían moderno y acorde a los nuevos tiempos, buscaron en Buenos Aires un buen arquitecto. Y así fue que contrataron a un italiano, Francisco Gianotti, que lo proyectó y ejecutó la obra.
El centro comercial tuvo cuatro fachadas -una en cada calle-, las que permanecieron prácticamente intactas hasta su expropiación en 1961.
La expropiación
Los fundamentos para expropiar el San Miguel fueron: falta de higiene y mal estado del edificio. La iniciativa desató una gran polémica, tanto en el ámbito político como entre los usuarios del mercado. La oposición responsabilizó a la comuna por la falta de higiene pero admitió la necesidad de hacer refacciones. Pero las críticas no amilanaron al gobierno de don Bernardino Biella, el cual avanzó decididamente y el 24 de julio de 1961 promulgó la expropiación. Hoy, a 50 años de la ley, llama la atención la brevedad del trámite. Y pruebas al canto: la comuna a cargo del intendente Rafael Gaudelli, lo clausuró el 4 de julio y 20 días después, se promulgó la Ley N§ 3.619. Eso sí, con una condición: que en el predio funcione siempre el mercado.
Reformas
Del edificio original, sólo se conservan las columnas del tinglado central y el frente sobre la Peatonal La Florida. Los otros tres frentes sufrieron reformas y remodelaciones. El de calle Ituzaingó fue totalmente demolido a poco de la estatización. En su lugar se hizo subsuelo y entrepiso. Al de avenida San Martín, se le agregó un nuevo acceso en los "60. Y el de calle Urquiza, fue reformado dos veces. La última, se dijo que era una recreación del original, pero lamentablemente, nada que ver.
El resto del edificio también sufrió reformas. A fines de los "70 fue techado con un tinglado parabólico y hoy sólo una parte funciona como mercado. El resto es ocupado por patios de comidas y “mercado de pulgas”.