A pocos meses de las elecciones de octubre, en las que el presidente Julio Grondona buscará reafirmarse en su puesto, la AFA intentará poner hoy en marcha un cambio estructural en las divisiones del fútbol argentino y armar un torneo con 40 equipos: 20 de la A y 20 de la B Nacional. Algo muy similar al formato que se utilizaba durante la década del 70 en el torneo Nacional.
El proyecto de entrada se plantea polémico y justo se impone en un contexto en el que entre los cuatro equipos descendidos a la segunda categoría en la última temporada se encuentra River Plate, uno de los dos clubes más importantes del país. Sumado a que otros cuadros denominados grandes también corren riesgos con el promedio, este plan ya comenzó a generar innumerables suspicacias.
De aprobarse este nuevo formato, se pondrá en ejecución para la próxima temporada, es decir, aproximadamente a esta altura del año que viene. La iniciativa apunta, oficialmente, a federalizar más el fútbol argentino, a que los clubes del interior tengan mayor roce con los poderosos y así, nivelar para arriba al alicaído fútbol argentino.
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A pocos meses de las elecciones de octubre, en las que el presidente Julio Grondona buscará reafirmarse en su puesto, la AFA intentará poner hoy en marcha un cambio estructural en las divisiones del fútbol argentino y armar un torneo con 40 equipos: 20 de la A y 20 de la B Nacional. Algo muy similar al formato que se utilizaba durante la década del 70 en el torneo Nacional.
El proyecto de entrada se plantea polémico y justo se impone en un contexto en el que entre los cuatro equipos descendidos a la segunda categoría en la última temporada se encuentra River Plate, uno de los dos clubes más importantes del país. Sumado a que otros cuadros denominados grandes también corren riesgos con el promedio, este plan ya comenzó a generar innumerables suspicacias.
De aprobarse este nuevo formato, se pondrá en ejecución para la próxima temporada, es decir, aproximadamente a esta altura del año que viene. La iniciativa apunta, oficialmente, a federalizar más el fútbol argentino, a que los clubes del interior tengan mayor roce con los poderosos y así, nivelar para arriba al alicaído fútbol argentino.
Puntos principales
El torneo aglutinará a 40 equipos en vez de 20, la totalidad de los de Primera y todos los de la B Nacional. Se dividirán estos 40 equipos en cinco zonas de ocho equipos cada una, donde los equipos denominados grandes serán las cabezas de series con clásicos interzonales. Luego de esos ocho partidos (los 7 del grupo y el interzonal), los que terminen entre los cuatro primeros armarán un torneo de 20 equipos (19 fechas) que definirá al campeón y los clasificados a la Libertadores. Los que queden en el grupo de abajo serán los que lucharán por llegar a la Copa Sudamericana y accederán a ella por acumulación de puntos en la zona de grupos y en la segunda fase.
Finalmente, perderán la categoría los cuatro últimos de la zona de abajo y habrá dos ascensos de la B Metropolitana y del Argentino A.
Todavía quedaría por charlar largo y tendido sobre los derechos de televisación, dado que son muchos encuentros desparramados por todo el territorio nacional.
Con este sistema, River tiene garantizado el regreso a Primera para la próxima temporada y ya no estarían en riesgo de caer Boca, Independiente, San Lorenzo y Racing, otros grandes que tienen hoy un flaco promedio. Además volverían los “jugosos” clásicos, ya que en esta temporada, los únicos que se darán serán los de Avellaneda y Santa Fe.