A un día de que el titular de la Corte Suprema advirtiera que el Poder Judicial no cederá ante presiones de los poderes políticos y económicos, llegó una decisión contundente.
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A un día de que el titular de la Corte Suprema advirtiera que el Poder Judicial no cederá ante presiones de los poderes políticos y económicos, llegó una decisión contundente.
Ayer, a tres días de cumplirse 8 meses de la tragedia ferroviaria de Once, el juez federal Claudio Bonadío procesó a los exsecretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi y extendió la medida a los empresarios Sergio y Mario Cirigliano, de la firma Cometrans y Grupo Plaza, respectivamente, pero seguirán libres por haber sido beneficiados con la libertad por la Cámara Federal en una instancia anterior.
De esta manera, el exmagistrado también derrumbó la estrategia empresarial y sobreseyó al maquinista que protagonizó el siniestro, Antonio Córdoba, a quien lo acusaban de haber sufrido un problema de salud que terminó en la tragedia que le costó la vida a 51 personas el 22 de febrero pasado cuando una formación de TBA impactó con el andén.
Eduardo Sícaro, exinterventor de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), también fue beneficiado por la medida.
“Cadena de la felicidad”
Lo cierto es que los argumentos de Bonadío no dejaron lugar a dudas. “En la tragedia de Once hubo una asociación ilícita organizada por los accionistas, directivos y gerentes actuantes de TBA que generó una "cadena de la felicidad' para enriquecer a empresas de manera ilícita, beneficiados por la inacción y omisión de funcionarios, en una trilogía siniestra con sindicalistas”.
Para el magistrado, “eso se pudo lograr por la inacción parcial de los organismos de control y los funcionarios que con competencia administrativa específica en el área de Transporte no realizaron los controles que en tiempo y forma debían hacer, sino además que, cuando estos detectaban anormalidades, omitieron accionar en consecuencia”.
Señaló que había 21 compañías vinculadas a TBA que conformaron un “grupo artifical de empresas” que tenía un único objetivo y resaltó que “hacerse de manera espuria de los recursos económicos de la empresa prestataria del servicio ferroviario, de modo de presentarla como deficitaria, a fin de continuar con la obtención de subsidios del Estado nacional para cubrir los déficit operativos de TBA, artificialmente creados”.
“El objetivo de la empresa no era prestar un servicio seguro”, advirtió.
Asimismo, agregó que “en la política empresarial de Cometrans, TBA, Mario Cirigliano y Sergio Cirigliano, claramente se privilegió la maximización del rédito económico para enriquecerse y enriquecer a los miembros de la organización y a las empresas asociadas con total desprecio por la seguridad de los usuarios".
Bonadío recordó que Sergio Cirigliano realizó gastos de más de 17 mil dólares en joyas y más de 10 mil en muebles comprados en la Polinesia Francesa utilizando una tarjeta corporativa de TBA, con fondos que podrían surgir de subsidios del Estado.
El próximo lunes, familiares y amigos de las víctimas de Once, conmemorarán el hecho con múltiples actividades, al cumplirse ocho meses de la tragedia.
“Es un paso importante”
El padre de Lucas Menghini Rey, la víctimas fatal número 51 y que fuera hallado dos días después de la tragedia de Once, celebró la decisión del juez Bonadio de procesar a los ex secretarios de Transporte y a los dueños de TBA.
“Esto es bueno no solo para los familiares sino para todo el país”, dijo Paolo Menghini. “Que los responsables políticos y empresariales estén procesados es una gran noticia, no sólo para los que no los tenemos día a día, sino para todo el país”, aseguró.
Asimismo, destacó que es un paso importante en “este largo camino” y dijo que el fallo certifica los tiempos judiciales y confió en que “esta causa puede ser una bisagra en la Justicia argentina”.
El negocio de los colectivos de Saeta
En el año 2011 el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey adquirió 100 colectivos ensamblados por la empresa Tatsa, de propiedad del grupo Cirigliano, más conocido como el rey de los subsidios K. A partir de esta cuestionada compra, los gastos operativos del sistema de transporte salteño se encarecieron en cerca de 10 millones de pesos anuales, totalmente soportados por los usuarios del sistema de transporte. En junio del año pasado, la Autoridad Metropolitana de Transporte autorizó la suba escalonada del boleto de ómnibus, que terminó de efectivizarse a comienzos de 2012.
Los nuevos colectivos llevan también la marca de los trenes de la tragedia de Once, Puma. Las flamantes unidades de Saeta se caracterizan por consumir un 67% más de gasoil, según las mediciones de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).