¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

14°
2 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

?Me emociona que hoy los jóvenes se quieran parecer a Los Chalcha?

Domingo, 07 de octubre de 2012 17:35

“El recuerdo del tiempo que estuve con el conjunto Los Chalcha no me lo va a sacar nadie, y nada se va a parecer a eso”.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

“El recuerdo del tiempo que estuve con el conjunto Los Chalcha no me lo va a sacar nadie, y nada se va a parecer a eso”.

“No me cuesta nada hablar del Cuchi Leguizamón, de Castilla o de Jaime Dávalos, gente que fue tan allegada a nosotros”.

Eduardo Polo Román, integrante de Los Chalchaleros, volvió a los escenarios como solista. Nuevos recitales lo llevan por el país -hace pocas horas debutó en un teatro porteño- y siempre con su misma cepa tradicionalista, como una prolongación de su larga trayectoria con el inolvidable grupo que, desde Salta, llevó el folclore al mundo. A los 75 años (después de 54 con el legendario grupo) se paró de nuevo frente al público con su bombo, acompañado en este caso con la guitarra de Pablo Olmedo. Luego del recital que lo tiene como solista, conversó con El Tribuno, sereno y pausado, pero sentimental y profundo.

Tocó ayer en Buenos Aires ¿Cómo vivió esa vuelta?

La verdad, es como dice la zamba: “de nuevo estoy de vuelta, después de larga ausencia”. Hace como diez años que estoy con Pablito Olmedo, un guitarrista rosarino que vive en Mar del Plata. Yo vivo allá hace 35 años. Ahí nace este entrevero de hacer música con él. Empezamos a hacer algo en Mar del Plata y después, con la costumbre esta de internet y los celulares, aparece la página y la gente me llama o se conecta conmigo por ese medio. Y tengo una salidita los sábados por radio Continental con Alejandro Cánepa, que habla de campo. Esa radio llega a todo el país. La gente me llama y nos pide que vayamos a tal o cual lugar y vamos con Pablo, adonde sea. Esto es muy lindo porque es como volver a una etapa de la vida que ya pasó. Lo que pasa que al recuerdo del tiempo que estuve con Los Chalcha no me lo va a sacar nadie, y nada se va a parecer nada a eso.

Quién le quita lo bailado.

Exacto. Lo que yo gané en esto fue mucho cariño, amistad y afecto de la gente; mucho conocimiento de los medios, de las ciudades, dónde puede gustar o no esto que yo hago. Lo mío es muy simple: hago las canciones de Los Chalcha y algunas otras, muy pocas, que no son del grupo. Canto los temas y le cuento a la gente cómo nació esa canción, quién es el autor. Por ejemplo, no me cuesta nada hablar del Cuchi Leguizamón o de Castilla, o de Jaime Dávalos, de gente de allá (Salta) que fueron tan allegados a nosotros. Es como narrar un poco el porqué de la canción, dónde nace, la vida del poeta que la escribió. Después de eso, se ejecuta la canción. Y tenemos suerte, a la gente le gusta. Somos muy simples. Yo canté siempre segunda voz, ahora canto primera. Pablo me busca el tono en la guitarra. Logramos un dúo muy homogéneo. Pablo es muy buen guitarrista y yo me siento muy cómodo. No es una guitarra de rascar la zamba, es una guitarra de acordes. Y vamos buscando los acodes y los tonos que nos gustan.

Es otro cantar...

Claro. Uno quiere, pero no puede porque soy solo. A veces Pablito me hace segunda voz o tercera y logramos un acorde que es bastante escuchable, a la gente le gusta cómo sale. En algunos casos hasta se parece al dúo que hacíamos con Los Chalcha, porque en el grupo éramos dos dúos: Saravia y Figueroa, primera voz, y Cabeza y yo, segunda voz. Entonces me resulta bastante fácil llegar a la canción. Antes nunca hacía la melodía, siempre hice segunda voz que acompaña a la melodía, pero es más fácil esto. Lo otro requería mucho ensayo, buena memoria. Pero con Los Chalcha lográbamos que salga como salía. Hay un recuerdo tremendo del conjunto.

En Salta hay grupos como Canto Cuatro, Los Huayra o Guitarreros. Casualmente la mayoría son cuartetos. ¿Hay una semilla chalchalera?

Ahí está. Yo estuve en Cafayate durante la Serenata anterior y estaban todos ellos. Y todos me recibieron con un afecto tremendo. Hice de locutor esa noche, con Gómez Castañón, y todos me abrazaron, me agradecieron y cantaron canciones de Los Chalcha. Y eso es muy saludable para la música; no para mí, para la música. Porque no puede desaparecer así como así la poesía de Jaime (Dávalos), el cimiento que dieron Yupanqui, Falú, el Cuchi, Castilla, toda esa gente que aportó. Hablo de los salteños porque somos los que más dimos. En Salta, en cada piedra hay un cantante. Hay seis cuadras en la calle Balcarce donde se canta, se baila. Eso no es normal en las provincias, menos en Buenos Aires. Acá hay una sola peña salteña, Los Cardones, pero en Salta no hay una sola, hay veinte. Aparecen grupos nuevos, se visten de gauchos también.

 

Es la semilla de ustedes.

Me parece que un poco de esa semilla que dejamos en la vida está agrandando el espíritu de estos chicos a los que les gusta cantar. Me emociona escuchar unos changuitos jóvenes cantando. Me da orgullo haber pertenecido a ese grupo tantos años. Esto me permite saber que hicimos las cosas bien, que fuimos muy honestos con nuestro canto, trasparentes, respetuosos de lo que hicimos. Eso es lo más importante y me emociona que hoy los jóvenes se quieran parecer a Los Chalcha.

¿Cómo eligen las canciones en este nuevo espectáculo como solista?

La elección está casi siempre a cargo de los dos. “Esto me gusta, esto sirve, esto no”. En la música nativa todo sirve. Simplemente te puede gustar o puede salir mejor o peor siendo solista. Hay canciones que cantamos con Los Chalcha y que tienen la fuerza o la polenta esa. Después las querés cantar solo y no tienen nada que ver. Lo de El Ateneo es una aventura que hay que vivir de la mejor manera posible; es un teatro y es en Buenos Aires. Aquí se cocina todo. Todos los que quieren triunfar en el país vienen a Buenos Aires. Mi deseo no es triunfar.

Usted ya triunfó...

Por eso digo, yo ya viví una vida muy linda. Lo lindo es hacer esto, que lo hacemos con mucho gusto y a la gente le gusta. A mí me hace mucho bien que la gente escuche canciones de otra época. Las hacemos bastante auténticas en la medida de lo posible.

Temas de la nota

PUBLICIDAD