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Dos gendarmes salteños entre los sancionados en Gendarmería

Domingo, 07 de octubre de 2012 20:07

El Gobierno decidió pasar a disponibilidad a, al menos ocho efectivos de Gendarmería: tres hombres que participaron de los reclamos en el edificio Centinela; dos que lo hicieron en Salta y otros tres que se movilizaron en Jesús María, Córdoba.

En el primer grupo está el gendarme más popular, Raúl Maza, uno de los pocos manifestantes que da la cara y habla con nombre y apellido. Los otros seis, tal como publica el diario Clarín, también fueron castigados por oficiar de voceros.

El telegrama enviado por las nuevas autoridades, que encabeza el comandante general Enrique Zach, también llegó a los domicilios de los cabos Gustavo Tutto y Maximiliano Celasco y, en Salta, del sargento ayudante Aníbal Franco y del comandante principal José Muhando. En Córdoba sancionaron al sargento Jorge Aquino y al cabo Migno.

Según trascendió, a unos diez oficiales más les habría llegado el telegrama con la sanción.
En los puestos de protesta había amenazas más duras que las que se oyeron hasta ahora: "Si el Gobierno tensa la cuerda, nosotros no nos vamos a quedar atrás", desafiaban.

La noticia de los pases a disponibilidad cayó como un baldazo de agua fría en el Edificio Guardacostas de Puerto Madero, donde se mantienen en vilo los prefectos y en el Centinela, donde acampan los gendarmes. Esto generó temor y la sensación de que la Rosada burló de entrada uno de los ítems del petitorio, que hacía referencia a la no sanción de los efectivos que lideran las protestas.

El Gobierno, a través del secretario de Seguridad, Sergio Berni, se había comprometido el miércoles, luego de que se anunció la suspensión del decreto que fijaba recortes en los salarios -de entre el 30 y el 60%- a hacer una propuesta para después del fin de semana largo. Ese plan, si es que efectivamente está en marcha, está siendo diseñado en medio de conversaciones reservadas.

Los efectivos rebeldes piden un piso salarial, cobertura social en todo el país y el mismo sueldo para los jubilados.

"El pase a disponibilidad no significa ser dado de baja. Pero no me van a asustar con esto. De acá no me voy. No me voy a mover", dijo Maza en dos radios porteñas.

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El Gobierno decidió pasar a disponibilidad a, al menos ocho efectivos de Gendarmería: tres hombres que participaron de los reclamos en el edificio Centinela; dos que lo hicieron en Salta y otros tres que se movilizaron en Jesús María, Córdoba.

En el primer grupo está el gendarme más popular, Raúl Maza, uno de los pocos manifestantes que da la cara y habla con nombre y apellido. Los otros seis, tal como publica el diario Clarín, también fueron castigados por oficiar de voceros.

El telegrama enviado por las nuevas autoridades, que encabeza el comandante general Enrique Zach, también llegó a los domicilios de los cabos Gustavo Tutto y Maximiliano Celasco y, en Salta, del sargento ayudante Aníbal Franco y del comandante principal José Muhando. En Córdoba sancionaron al sargento Jorge Aquino y al cabo Migno.

Según trascendió, a unos diez oficiales más les habría llegado el telegrama con la sanción.
En los puestos de protesta había amenazas más duras que las que se oyeron hasta ahora: "Si el Gobierno tensa la cuerda, nosotros no nos vamos a quedar atrás", desafiaban.

La noticia de los pases a disponibilidad cayó como un baldazo de agua fría en el Edificio Guardacostas de Puerto Madero, donde se mantienen en vilo los prefectos y en el Centinela, donde acampan los gendarmes. Esto generó temor y la sensación de que la Rosada burló de entrada uno de los ítems del petitorio, que hacía referencia a la no sanción de los efectivos que lideran las protestas.

El Gobierno, a través del secretario de Seguridad, Sergio Berni, se había comprometido el miércoles, luego de que se anunció la suspensión del decreto que fijaba recortes en los salarios -de entre el 30 y el 60%- a hacer una propuesta para después del fin de semana largo. Ese plan, si es que efectivamente está en marcha, está siendo diseñado en medio de conversaciones reservadas.

Los efectivos rebeldes piden un piso salarial, cobertura social en todo el país y el mismo sueldo para los jubilados.

"El pase a disponibilidad no significa ser dado de baja. Pero no me van a asustar con esto. De acá no me voy. No me voy a mover", dijo Maza en dos radios porteñas.

El gendarme trajo a colación la charla con el ministro Hernán Lorenzino y con el entonces jefe de la fuerza, Enrique Schenone: "No se respetó el compromiso que se había hecho de que no se iba a tomar represalias con el personal. Se ve que a las palabras se las llevó el viento".

El pase a disponibilidad representa el paso previo a ser explusado de la fuerza.

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