El juez de la Corte de Justicia de Salta, Abel Cornejo, negó ayer categóricamente estar procesado por malversación de fondos en causas relacionadas al narcotráfico, como habían mencionado algunos medios gráficos locales. Se trata de una investigación que lleva adelante el fiscal federal de Jujuy, Domingo Batule, por la custodia de alrededor de 9 mil dólares del Juzgado Federal N§ 1 en 1992. “No estoy procesado ni hay acción penal en mi contra. Para empezar, el hecho sucedió un año y nueve meses antes de que yo asumiera como juez federal. Además, yo fui el que ordenó el decomiso de la plata y remití el tema a la Secretaría de Programación y Lucha contra el Narcotráfico, para evitar cualquier irregularidad”, dijo el magistrado consultado por El Tribuno.
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El juez de la Corte de Justicia de Salta, Abel Cornejo, negó ayer categóricamente estar procesado por malversación de fondos en causas relacionadas al narcotráfico, como habían mencionado algunos medios gráficos locales. Se trata de una investigación que lleva adelante el fiscal federal de Jujuy, Domingo Batule, por la custodia de alrededor de 9 mil dólares del Juzgado Federal N§ 1 en 1992. “No estoy procesado ni hay acción penal en mi contra. Para empezar, el hecho sucedió un año y nueve meses antes de que yo asumiera como juez federal. Además, yo fui el que ordenó el decomiso de la plata y remití el tema a la Secretaría de Programación y Lucha contra el Narcotráfico, para evitar cualquier irregularidad”, dijo el magistrado consultado por El Tribuno.
“El fiscal Batule de Jujuy no promovió ninguna acción en mi contra. Se trata de una orden del Procurador General de la que se me anoticia porque, durante cuatro años, estuve reclamando que se nombre un juez en esa investigación penal por las irregularidades que encontré al asumir. El juez en ese momento era Ricardo Lona y el encargado de trasmitir los efectos era el fiscal Ricardo Toranzos, quien inicia esta investigación en la que parecería que se investiga a sí mismo. Además, el fiscal responsable de la transferencia remitió lo secuestrado dos años después”, manifestó Cornejo.
“Cuando asumí el juzgado nunca encontramos un inventario de lo decomisado. Yo mismo ordené el decomiso de 91 mil dólares que nunca se habían depositado. Ahí se registró un faltante de cerca de 9 mil dólares, que solo pudimos encontrar años más tarde, después de abrir con un soplete una caja fuerte del juzgado a la que nadie tenía acceso. Esa plata fue debidamente remitida al momento”, agregó.
“Por mi parte hice todos los descargos del caso y nunca fui llamado a declarar, aunque lo haría sin ningún problema si me lo pide el juez. En mis 15 años de juez federal nunca tuve una imputación de estas características. La denuncia se hizo en forma anónima y justo después de que terminara el proceso de postulación pública al que me presenté para ser nombrado juez de Corte”, analizó Cornejo.
Por último, remarcó que en su cargo implementó mecanismos para transparentar la custodia de lo que se secuestra en causas penales. “Un juez no debería ocuparse de depositar”.