Un policía retirado de la provincia de Buenos Aires, Raúl Domingo Guzmán (54), residente actualmente en la localidad de Joaquín V.González, denunció ante la Fiscalía de Causas Policiales y Penitenciarias haber sido víctima de una brutal golpiza a manos de efectivos de la comisaría 50, tras un conflicto con una familia, por la titularidad de un terreno.
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Un policía retirado de la provincia de Buenos Aires, Raúl Domingo Guzmán (54), residente actualmente en la localidad de Joaquín V.González, denunció ante la Fiscalía de Causas Policiales y Penitenciarias haber sido víctima de una brutal golpiza a manos de efectivos de la comisaría 50, tras un conflicto con una familia, por la titularidad de un terreno.
El hecho ocurrió el 2 del corriente a las 18.30 en la calle 20 de Febrero, S/N, del barrio Francisco Arias, frente a una estación de ferrocarril.
“Junto con mis hermanos tenemos un terreno que heredamos de nuestra abuela materna. Intentamos recuperarlo ya que fue usurpado por una familia que en 2008 se metió en el lugar. Nosotros, que somos los verdaderos propietarios, habíamos sido denunciados por usurpación. Pero el Juzgado Correccional 2 de Metán nos absolvió de culpa y cargo. Con resolución en mano, me presenté en mi tierra y ahí vino lo peor”, relató Guzmán a El Tribuno.
“Fui junto con mi hermano René Antonio (52). Yo había llevado un carrito de dos ruedas con mis pertenencias. En el lugar habían chapas, rastrillos, palas, alambres, una reposera y otras cosas. Por la parte trasera entró Clodomiro Bulacio, que tiene un aserradero en el lugar y me preguntó que hacíamos. Yo le respondí que era el propietario y que estaba por tomar posesión del terreno porque tenía toda la documentación que me respaldaba. El me dijo: "vamos a ver quién es el dueño, hace más de 40 años que estoy acá' y llamó a la Policía. Nosotros esperábamos con ansias que llegue porque los que estaban en falta eran ellos. Un hijo de Bulacio apareció, agarró mi carrito, salió a toda carrera y se metió en una casa. Yo lo seguí y le grité que me devuelva mis cosas, él lo dejó pero tomó un palo y me amenazó”, sostuvo. “A los cinco minutos, llegaron dos policías en una moto roja, cross, y nos pidieron los documentos. Pero después comenzaron a insultarnos, uno de ellos me decía: "negro sucio más te vale que salgas de acá'. No nos dieron tiempo para mostrarles la documentación. Nos quisieron sacar del lugar a la fuerza, directamente nos tiraron al piso. A mí, un efectivo me puso la rodilla en el cuello y la mano en la cara. Yo no podía respirar, sentía que me ahogaba. Nos esposaron. Después llegó un patrullero con tres policías más de la comisaría 50 que también nos maltrataron e insultaron. Lo que hubo fue represión y el hijo de Bulacio ayudó a los policías para demorarnos y esposarnos”, aseguró Raúl Guzmán. “Ellos nos subieron en la parte trasera de la camioneta prácticamente arrastrándonos y nos llevaron a la comisaría. Ahí nos identificaron, nos hicieron la requisa y a mí me metieron al calabozo. A mi hermano no, porque estaba golpeado en la cabeza y en la cintura y quedó tirado en el patio. Los policías me dijeron que me iban a revisar pero me atendieron a la medianoche y a mi hermano se lo llevaron en una ambulancia al hospital”, añadió.
Heridos
“Yo sufrí raspones y hematomas en el cuello. Pero mi hermano se llevó la peor parte porque estuvo internado hasta el martes pasado por golpes internos en el tórax, la espalda y la cabeza”, se lamentó el damnificado, al tiempo que exhibía un certificado médico expedido en la guardia del hospital del Carmen, de Metán.
“Pido que se haga justicia. Los policías que actuaron de este modo no merecen ser hombres de la fuerza que debe cuidarnos y velar por nosotros”, finalizó Raúl Guzmán.
La respuesta de la Policía
Personal policial de la comisaría 50 de Joaquín V. González explicó a El Tribuno que “cuando los efectivos se constituyen en el lugar, se dan con que los involucrados habían discutido y les dijeron a los hermanos Guzmán que se retiraran, pero al no captar la orden se produce la demora. Fueron trasladados a la dependencia y tras consultar a la Fiscalía Correccional 2 a cargo de la doctora Salinas, se ordenó la libertad”.
Al ser consultado por la agresión hacia Raúl Guzmán aseguraron que “se tomó una medida de prevención para sacarlos de ahí. También hay denuncias de dos efectivos en contra de los hermanos Guzmán por resistencia a la autoridad”.
“Los hermanos exhibieron fotocopias de una resolución y querían ingresar a la propiedad argumentando que sus familiares, como una abuela y un primo residían antes ahí. Sabemos que en esa resolución se los absolvió del delito de usurpación ya que habían sido denunciados hace años. Pero tienen que iniciar acciones civiles correspondientes para determinar si el terreno les corresponde o no. Para ello deberán presentar documentación que acredite la propiedad. Bulacio presentó una documentación, Guzmán solo aportó la resolución”.
Raúl Guzmán también radicó una denuncia el 5 del corriente, en la comisaría 50, en contra de Clodomiro Bulacio, solicitando medidas legales en contra de los causantes y que sus pertenencias le sean devueltas. El caso está en manos del fiscal Correccional 1 de Metán, Santiago Castellanos.