Agustín Canapino sigue haciendo historia en el automovilismo argentino al alcanzar hoy el tricampeonato de la Top Race V6 luego de completar el 75 por ciento de las vueltas de la última final de la temporada 2012 que se disputó en el autódromo Mar y Valle de esta ciudad y que ganó el chaqueño Juan Manuel Silva.
El arrecifeño, que también se quedó con el título en las temporadas 2010 y 2011, terminó ubicado decimoséptimo en el clasificador final de una carrera trámite cambiante.
El ex campeón del TC, que sumó puntos vitales al ganar el Súper Sprint, sufrió hasta la caída de la bandera a cuadros como consecuencia del toque que le propinó el piloto Marcelo Agrelo que a punto estuvo de dejarlo con las manos vacías .
La presencia de la lluvia en los minutos previos a la final desató una verdadero ataque de histeria entre los pilotos y la mayoría de los equipos que decidieron cambiar neumáticos en momentos que el chaparrón era intenso.
Sin embargo, la lluvia paró y el asfalto comenzó a secarse con el transcurrir de las vueltas lo que derivó en una carrera cambiante y con golpes de escena.
Matías Rodríguez fue el líder durante gran parte de la prueba, pero su auto empezó a perder ritmo con los neumáticos para lluvia. Allí apareció Silva con una gran labor para saltar a la punta y encaminarse a la victoria.
Norberto Fontana y su coterráneo Juan Cruz Alvarez completaron el podio ganador.
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Agustín Canapino sigue haciendo historia en el automovilismo argentino al alcanzar hoy el tricampeonato de la Top Race V6 luego de completar el 75 por ciento de las vueltas de la última final de la temporada 2012 que se disputó en el autódromo Mar y Valle de esta ciudad y que ganó el chaqueño Juan Manuel Silva.
El arrecifeño, que también se quedó con el título en las temporadas 2010 y 2011, terminó ubicado decimoséptimo en el clasificador final de una carrera trámite cambiante.
El ex campeón del TC, que sumó puntos vitales al ganar el Súper Sprint, sufrió hasta la caída de la bandera a cuadros como consecuencia del toque que le propinó el piloto Marcelo Agrelo que a punto estuvo de dejarlo con las manos vacías .
La presencia de la lluvia en los minutos previos a la final desató una verdadero ataque de histeria entre los pilotos y la mayoría de los equipos que decidieron cambiar neumáticos en momentos que el chaparrón era intenso.
Sin embargo, la lluvia paró y el asfalto comenzó a secarse con el transcurrir de las vueltas lo que derivó en una carrera cambiante y con golpes de escena.
Matías Rodríguez fue el líder durante gran parte de la prueba, pero su auto empezó a perder ritmo con los neumáticos para lluvia. Allí apareció Silva con una gran labor para saltar a la punta y encaminarse a la victoria.
Norberto Fontana y su coterráneo Juan Cruz Alvarez completaron el podio ganador.