De fuerte contenido político, la cúpula de la Iglesia Católica lanzó ayer un comunicado por la Navidad pidiendo más “amistad social” tras los saqueos de la semana pasada que conmocionaron al país entero. A su vez, el comunicado de la Conferencia Episcopal Argentina se inscribe en las fuertes críticas que la institución desarrolló por el peligro de divisiones “en bandos irreconciliables”. Nuevamente, reclamó más diálogo y manifestó su preocupación por los hechos de corrupción en el país, entre otras cosas.
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De fuerte contenido político, la cúpula de la Iglesia Católica lanzó ayer un comunicado por la Navidad pidiendo más “amistad social” tras los saqueos de la semana pasada que conmocionaron al país entero. A su vez, el comunicado de la Conferencia Episcopal Argentina se inscribe en las fuertes críticas que la institución desarrolló por el peligro de divisiones “en bandos irreconciliables”. Nuevamente, reclamó más diálogo y manifestó su preocupación por los hechos de corrupción en el país, entre otras cosas.
Si bien se mostraron esperanzados sobre el futuro en el país, los obispos expresaron preocupación por situaciones que erosionan los vínculos sociales y menoscaban la convivencia democrática pacífica, como la creciente inseguridad, las desigualdades sociales y los hechos de corrupción que generan “desconfianzas”.
También por el flagelo de las drogas que, aseguraron, “hacen muchísimo más difícil salir de la pobreza” y ciento de miles de jóvenes que no estudian ni trabajan y que, alertaron, “hipoteca el futuro”.
El mensaje se dio una semana después de que la Presidenta recibió a la cúpula del Episcopado luego del durísimo comunicado emitido por la institución católica. Tras ese encuentro, los obispos afirmaron que la reunión con la Presidenta fue “muy cordial” en la que abordaron la necesidad de fortalecer los vínculos institucionales y la lucha contra la trata de personas.
Lo cierto es que pese a los indicios de un nuevo acercamiento entre la cúpula de la Iglesia y el Gobierno nacional, nuevamente volvieron a acentuar las críticas en la actual situación política, económica y social, responsabilizando a la clase política pero en particular al Gobierno nacional.
El prelado santafesino José María Arancedo no escatimó conceptos en su saludo navideño. “No podemos dejar de pensar en las muchas situaciones que atentan contra la paz, y que son un signo de nuestra
fragilidad social, cultural y política. Más allá de las justas diferencias los argentinos debemos encontrarnos en el marco de pertenencia de una madura amistad social y como miembros de una misma comunidad, superando la pequeñez de enfrentamientos que descalifican y no construyen”.
Un mensaje no aislado
El llamado a la “amistad social” en el marco de la Navidad no resulta aislado por dos motivos principales.
En el contexto social, hace apenas días el país se conmocionó ante los saqueos en varios puntos del país, provocando tres muertos, centenares de heridos, detenidos y fuertes perdidas económicas a pequeños y medianos comerciantes.
Con declaraciones cruzadas de por medio, la situación generó temor e incertidumbre. De hecho, en el ámbito político algunos compararon el cuadro a la crisis del 2001 pese a las notables diferencias.
En lo que refiere a la relación entre el kirchnerismo y la Iglesia pese a que la relación no tuvo muchos buenos momentos, hoy no pasa por el mejor de todos.
Es que tras el duro comunicado que emitió la Iglesia, la Presidenta se vio en la necesidad de recibir a la cúpula del Episcopado y pese al encuentro y algunas rispideces superadas las diferencias parecen seguir a flor de piel.