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Un niño se recupera tras ser atropellado en una picada

Domingo, 30 de diciembre de 2012 11:00


Pudo haber sido una tragedia, pero afortunadamente Felipe (8), se recupera de una fractura en la tibia izquierda tras ser embestido por un irresponsable motociclista que estaba haciendo una picada durante la noche de navidad.
El indignante hecho ocurrió el 25 pasado, a la 1.30, en la manzana 15 del barrio Democracia, situada en la zona sureste de esta ciudad cuando el acusado, identificado como Miguel Héctor C. (19), corría una carrera de motocicletas a bordo de una Yamaha roja, patente HNF 832, de 110 centímetros cúbicos en sentido oeste-este y embistió al menor cuando éste regresaba a su vivienda luego de comprar cohetes en el quiso que se encuentra cruzando la calle.
“Un vecino me comentó que cuando ocurrió el hecho, mi hijo voló al asfalto y golpeó su cabeza con el cordón. De inmediato lo alzó y me lo trajo todo ensangrentado”, aseguró Gabriel Tolaba, padre de la víctima.
“Si bien reconozco que soy responsable de haber dejado salir a Felipe a esa hora -continuó-, no imaginé nunca este final porque estabamos todos en la vereda, saludando a los demás, pero fue un segundo de descuido”, afirmó.
“Lo que más bronca me dio es que el culpable se quiso dar a la fuga y cuando le reclamamos me dijo: ‘Eh, ¿Tanto va a ser vieja?’, ahí casi perdí la cordura porque encima minimizó el hecho”, reconoció.
El hombre comentó que cuando los vecinos querían linchar al motociclista “afortunadamente llegó la Policía, alzó la motocicleta y lo detuvo”.
“Al instante, otro vecino se acercó y nos llevó en su automóvil al centro de salud de villa Lavalle, aunque de ahí lo trasladaron en una ambulancia del Samec hacia el hospital Materno Infantil, donde le diagnosticaron la fractura de tibia”.
“El viaje desde la salita hasta el hospital fue el más largo de mi vida. Fue terrible haberlo visto a mi hijo así”, completó su madre, Gabriela González. Los familiares del joven explicaron que mientras el damnificado era llevado al centro asistencial, la Policía Científica trabajó en el lugar del accidente y al secuestrar el vehículo, se dieron con la novedad de que la motocicleta tenía pedido de captura, por lo que se sospecha que el acusado podría haberla robado.
“Del otro motociclista que corría la picada con Miguel C. no se supo más nada, lo dejó tirado como también lo iba a hacer el acusado si es que los vecinos no lo detenían. Tuve que sacarle las llaves para que no se vaya, aunque debo reconocer que la Policía estuvo en el acto y solucionó todo”.
Por su parte, el responsable del accidente fue alojado en Alcaidía Judicial y el caso quedó en manos de la Fiscal Penal 4, Gabriela González, homónima de la madre del menor.
“Solo esperamos que la Justicia actúe de manera justa y que este caso sirva para que no ocurran otros hechos similares”, dijo el entorno del pequeño Felipe.
“Alguien se presentó como el dueño de la motocicleta y me dijo que se iba a ser cargo del caso y yo le dije que conmigo no iba a hablar. Mi abogado se hizo cargo de este caso y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias. Igual, solo espero que mi hijo se recupere, nada más.

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Pudo haber sido una tragedia, pero afortunadamente Felipe (8), se recupera de una fractura en la tibia izquierda tras ser embestido por un irresponsable motociclista que estaba haciendo una picada durante la noche de navidad.
El indignante hecho ocurrió el 25 pasado, a la 1.30, en la manzana 15 del barrio Democracia, situada en la zona sureste de esta ciudad cuando el acusado, identificado como Miguel Héctor C. (19), corría una carrera de motocicletas a bordo de una Yamaha roja, patente HNF 832, de 110 centímetros cúbicos en sentido oeste-este y embistió al menor cuando éste regresaba a su vivienda luego de comprar cohetes en el quiso que se encuentra cruzando la calle.
“Un vecino me comentó que cuando ocurrió el hecho, mi hijo voló al asfalto y golpeó su cabeza con el cordón. De inmediato lo alzó y me lo trajo todo ensangrentado”, aseguró Gabriel Tolaba, padre de la víctima.
“Si bien reconozco que soy responsable de haber dejado salir a Felipe a esa hora -continuó-, no imaginé nunca este final porque estabamos todos en la vereda, saludando a los demás, pero fue un segundo de descuido”, afirmó.
“Lo que más bronca me dio es que el culpable se quiso dar a la fuga y cuando le reclamamos me dijo: ‘Eh, ¿Tanto va a ser vieja?’, ahí casi perdí la cordura porque encima minimizó el hecho”, reconoció.
El hombre comentó que cuando los vecinos querían linchar al motociclista “afortunadamente llegó la Policía, alzó la motocicleta y lo detuvo”.
“Al instante, otro vecino se acercó y nos llevó en su automóvil al centro de salud de villa Lavalle, aunque de ahí lo trasladaron en una ambulancia del Samec hacia el hospital Materno Infantil, donde le diagnosticaron la fractura de tibia”.
“El viaje desde la salita hasta el hospital fue el más largo de mi vida. Fue terrible haberlo visto a mi hijo así”, completó su madre, Gabriela González. Los familiares del joven explicaron que mientras el damnificado era llevado al centro asistencial, la Policía Científica trabajó en el lugar del accidente y al secuestrar el vehículo, se dieron con la novedad de que la motocicleta tenía pedido de captura, por lo que se sospecha que el acusado podría haberla robado.
“Del otro motociclista que corría la picada con Miguel C. no se supo más nada, lo dejó tirado como también lo iba a hacer el acusado si es que los vecinos no lo detenían. Tuve que sacarle las llaves para que no se vaya, aunque debo reconocer que la Policía estuvo en el acto y solucionó todo”.
Por su parte, el responsable del accidente fue alojado en Alcaidía Judicial y el caso quedó en manos de la Fiscal Penal 4, Gabriela González, homónima de la madre del menor.
“Solo esperamos que la Justicia actúe de manera justa y que este caso sirva para que no ocurran otros hechos similares”, dijo el entorno del pequeño Felipe.
“Alguien se presentó como el dueño de la motocicleta y me dijo que se iba a ser cargo del caso y yo le dije que conmigo no iba a hablar. Mi abogado se hizo cargo de este caso y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias. Igual, solo espero que mi hijo se recupere, nada más.

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