Vocación de ayudar, mucho esfuerzo, disciplina y seriedad. Con estos condimentos y una experiencia personal, Elena Cataldi creó la Fundación Equinoterapia del Azul, que trabaja con niños que padecen dificultades psicomotrices y neurológicas. Y el caballo, en este tipo de tratamiento, se convirtió en una herramienta clave para mejorar la calidad de vida de ellos.
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Vocación de ayudar, mucho esfuerzo, disciplina y seriedad. Con estos condimentos y una experiencia personal, Elena Cataldi creó la Fundación Equinoterapia del Azul, que trabaja con niños que padecen dificultades psicomotrices y neurológicas. Y el caballo, en este tipo de tratamiento, se convirtió en una herramienta clave para mejorar la calidad de vida de ellos.
No fue en vano el esfuerzo que se realizó. Si bien no pasó mucho tiempo desde que nació la institución, tuvo un importante crecimiento, al punto que hoy cuenta con un destacado staff de profesionales de la medicina que voluntariamente trabajan para que los niños puedan acceder a un tratamiento diferente, con resultados sorprendentes, y puedan, aunque sea por una hora, entrar en un mundo sin dificultades y disfrutar. “Los chicos que sufren enfermedades psicomotrices tienen limitaciones para realizar actividades. Acá les damos una oportunidad para que puedan sentirse libres y felices porque con el caballo pueden andar sin la necesidad de utilizar la silla”, expresó Elena Cataldi.
Al tratarse la equinoterapia de un concepto nuevo en Salta, muchas son las inquietudes en torno de ello. “Hay una cosa medio mística sobre la equinoterapia, pero nada más lejos que eso. Hay una explicación racional de por qué el caballo sirve como tratamiento para los chicos que padecen distintas dificultades”, dijo.