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Israel e Irán, dos naciones que se debaten entre tambores de guerra

Sabado, 25 de febrero de 2012 23:38

La paranoia de que Irán construya una bomba atómica persigue desde hace tiempo a Occidente, pero por ahora parece prematuro imaginar un ataque israelí o de EEUU contra Teherán.

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La paranoia de que Irán construya una bomba atómica persigue desde hace tiempo a Occidente, pero por ahora parece prematuro imaginar un ataque israelí o de EEUU contra Teherán.

Es posible que Israel no esté en condiciones de afrontar una operación de esa magnitud contra las instalaciones nucleares iraníes, debido a que tiene graves problemas en su retaguardia civil, de acuerdo con informes publicados en la prensa israelí.

Irán logró enriquecer uranio hasta en un 20% (o sea, obtuvo 110 kilogramos de ese mineral), con lo que según la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) está a medio camino para fabricar una bomba atómica.

“Desde mi punto de vista hay dos posibilidades: que haya una disuasión mutua, que ninguno se atreva a atacar a otro, como ocurrió en la Guerra Fría; la otra posibilidad es que Israel tenga que desarmarse”, dijo Arie M. Kacowicz, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Jerusalén.

En declaraciones telefónicas, el analista señaló que “una opción es el desarme nuclear, pero ninguna de las dos opciones son fáciles de llevar a la práctica”.

“Hay que dar tiempo a la comunidad internacional para ver si las sanciones económicas contra Irán resultan efectivas”, señaló Kacowicz. Si hay una guerra entre Israel e Irán, Estados Unidos podría tropezar con la misma piedra que lo lastimó en Afganistán e Irak, donde murieron 6.300 estadounidenses y 46.000 resultaron heridos, con un costo de 3.000 millones de dólares, según informes de prensa.

Una encuesta de la consultora estadounidense Pew Research Center, realizada el 15 de febrero, señala que el 58% de los encuestados dice que Estados Unidos debería usar la fuerza militar para prevenir que Irán desarrolle armas nucleares, contra un 30% que se opuso a una intervención militar de ese país.

En cuanto a la posibilidad de que Israel ataque a Teherán, un 51% dijo que Washington debería permanecer neutral si Tel Aviv toma esa acción, pero un 39% consideró que la Casa Blanca debería respaldar esa acción, contra un 5% que se opuso a una acción israelí.

El diario The New York Times, citando fuentes de la Secretaría de Defensa, dijo que Israel tendría que usar por lo menos un centenar de aviones contra Irán, con sus pilotos volando a más de 1.600 kilómetros a través de un espacio aéreo hostil.

Mencionó también que Israel buscaría atacar cuatro instalaciones iraníes: las de enriquecimiento de uranio de Natanz y (las subterráneas) de Fordo, el reactor de agua pesada de Arak y la planta de conversión de pasta amarilla en Ispahán.

Un ataque de Israel contra Irán no sería ajeno a su historial, ya que el 7 de junio de 1981 Tel Aviv bombardeó la central en construcción iraquí de Osirak, al sudeste de Bagdad, y luego destruyó un reactor secreto sirio, el 6 de septiembre de 2007, según documentos difundidos por el sitio web WikiLeaks.

Se estima que Israel ha producido plutonio para entre 100 y 200 cabezas nucleares, pero la inteligencia estadounidense sugiere que tiene aproximadamente 80 cabezas atómicas, según un informe de la Federación de Cientistas norteamericanos de junio de 2011.

Simon Tisdall, del diario británico The Guardian, dice que en aspectos claves la crisis iraní difiere de la invasión estadounidense de Irak en 2003, cuando el expresidente George W. Bush ordenó derrocar a Saddam Hussein, a quien acusaba de tener armas de destrucción masiva que jamás fueron encontradas.

“Pero la corriente hacia la guerra solo puede ser explicada en términos de que cambie el estilo del régimen iraquí, porque solo el cambio de régimen puede lograr lo que pide Occidente”, señala Tisdall, en un artículo publicado ayer en dicho matutino. Mientras la Casa Blanca no cree que el programa nuclear iraní busque fines pacíficos, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, afirmó: “No buscamos el desarrollo de armas nucleares porque la República Islámica de Irán considera pecado la posesión de estas”.

En Israel, la voz cantante es el presidente Shimon Peres, quien afirmó que su país tiene el derecho de defenderse a sí mismo. Considerado un moderado dentro de la política israelí, Peres también mencionó que si Irán alcanza con éxito el desarrollo nuclear sería imposible de prevenir que exporte “terror libremente” al mundo. Un momento decisivo para solucionar la crisis será el encuentro que mantendrán en Washington el presidente estadounidense, Barack Obama, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el próximo 5 de marzo. Se cree que Netanyahu exigirá a Obama garantías de que EEUU detendrá a Irán a “cualquier precio”, tras las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

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