“No te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes”, dice el viejo dicho popular. Ayer fue martes 13 y El Tribuno quiso saber si los salteños siguen esas recomendaciones, si son supersticiosos y, en consecuencia, si modifican su rutina cuando el calendario señala un martes 13.
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“No te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes”, dice el viejo dicho popular. Ayer fue martes 13 y El Tribuno quiso saber si los salteños siguen esas recomendaciones, si son supersticiosos y, en consecuencia, si modifican su rutina cuando el calendario señala un martes 13.
Patricia Saracho, encargada de la oficina de matrimonios del Registro Civil de Salta, comentó que ayer no hubo ningún matrimonio. Es que rara vez algún par de valientes se atreve a no hacer caso al “no te cases” y a dar el sí. Algunos simplemente son escépticos y no le dan crédito a ningún tipo de superstición.
Los salteños no se casan, pero sí se embarcan. Desde el sector policial de seguridad aeroportuaria del aeropuerto Salta informaron que ayer los vuelos salieron de manera normal y con una cantidad de pasajeros acorde a la época y al día de la semana.
En la terminal el panorama fue similar. Según comentaron desde el sector de informes, los ómnibus salieron de manera normal y aunque, por ejemplo, hubo más movimiento de pasajero el lunes, la actividad fue normal y el servicio de los colectivos, regular. “No podemos hablar de la cantidad de personas que viajó durante el día, pero subjetivamente puedo decir que parecía un día normal”, dijo un empleado.
Este tipo de supersticiones tiene más asidero en otros países, como en Estados Unidos, donde también los viernes 13 encierran la misma mística. En esos lugares, por ejemplo, los hoteles y algunos edificios saltan la numeración del piso 12 al 14 y no hay habitación con aquel número, lo mismo en los camarotes de los barcos. Los franceses, por ejemplo, nunca dan a una casa en su numeración de calle el número 13. En Italia la lotería nacional lo omitió de entre sus números. Las líneas aéreas internacionales lo saltan en las filas de asientos de sus naves, al igual que los pisos de modernos rascacielos u otro tipo de construcciones.