Si dos exnovios siguen o no compartiendo el aula en el Colegio Belgrano, dependerá de las pericias psicológicas que ya se realizaron y del veredicto del juez Víctor Soria. A los 16 años, dos estudiantes afrontan una disputa judicial por denuncias de golpes, amenazas de muerte y celos enfermizos. Ella expuso que fue víctima de violencia de género y él, según el expediente, asegura que jamás le levantó la mano.
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Si dos exnovios siguen o no compartiendo el aula en el Colegio Belgrano, dependerá de las pericias psicológicas que ya se realizaron y del veredicto del juez Víctor Soria. A los 16 años, dos estudiantes afrontan una disputa judicial por denuncias de golpes, amenazas de muerte y celos enfermizos. Ella expuso que fue víctima de violencia de género y él, según el expediente, asegura que jamás le levantó la mano.
Si bien el juez de Familia N§ 2 Víctor Soria, tras una audiencia con las partes el cinco de marzo, permitió que los chicos continúen como compañeros de curso, no emitió un pronunciamiento definitivo. Además, por el calibre de las acusaciones hacia el joven, se inició una causa penal paralela en el Juzgado de Menores 2, a cargo de Silvia Bustos Rallé.
Ayer, el padre de la denunciante afirmó: “El Colegio Belgrano será responsable si a mi hija le pasa algo”. Es que la institución difundió un comunicado el martes para explicar que ninguno será separado del establecimiento por no existir fundamento, a excepción de que el juez interviniente así lo disponga”. Señalaron que en el ámbito escolar no se registraron hechos de violencia.
Trascendió que en el entorno del joven consideraron pertinente la decisión de las autoridades educativas.
Que alguno de los chicos sea derivado a otra sección implica que cambie de modalidad académica y rindan equivalencias.
El expediente judicial revela que el noviazgo atravesó períodos tormentosos. La adolescente y su familia denunciaron que el muchacho la empujó y en el piso la agredió a patadas durante una fiesta en San Lorenzo, en febrero pasado.
También se mostró un correo electrónico con amenazas, enviado desde la casilla del acusado. “Rogá que si te cruzo no te mate”, “prefiero estar en cana, pero saber que vos estás muerta”, fueron algunas de las frases textuales que elevaron la preocupación de los padres de ella.
Por otra parte, el joven, en el expediente, afirma que “decidieron cortar por una relación de celos enfermiza”, y aseguró que jamás le levantó la mano.
De un lado y del otro esperan el resultado de los perfiles psicológicos. Las entrevistas con los peritos se concretaron la semana pasada. En el entorno del chico están convencidos de que se trata de una farsa. En la familia de la menor apuntan a que el diagnóstico coincida con las conductas violentas.
El caso conmovió a los salteños. La violencia de género es un tema sensible ya que Salta carga el mayor índice de femicidio, en relación con la cantidad de habitantes, del país.
Con este caso, en los pasillos judiciales son cautelosos para proteger la integridad de los menores.
El cinco de marzo, el juez Soria se reunió con los involucrados. El padre de la menor manifestó que no contó con una defensa particular y la otra parte, sí. Además, intervinieron dos asesores de incapaces: Adriana Betella representó a la niña y José Pereira, al chico.
En la audiencia, Pereira solicitó que se cambie de manera urgente de curso a los alumnos. Sin embargo, el juez tuvo una audiencia privada con los jóvenes. Allí manifestaron su deseo de continuar en el mismo curso y un compromiso de no molestarse. Soria ordenó que se los expulsara del colegio si hay hechos de violencia. El padre de la joven crítico la disposición. “Si a mi hija le pegan, se tiene que quedar callada para que no la echen”.