Las fuerzas leales al régimen de Bashar al Asad asesinaron ayer a un total de 44 personas en el barrio de Jobar, en la ciudad siria de Homs, la mayoría de las víctimas pertenecen a dos familias de activistas, denunció un grupo opositor.
Los Comités de Coordinación Local (CCL) aseguraron que esta ejecución sumaria se debió a que algunos de los familiares de las víctimas eran activistas opositores y a su rechazo a aparecer, en la televisión estatal, dando falso testimonio sobre la situación en Homs.
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Las fuerzas leales al régimen de Bashar al Asad asesinaron ayer a un total de 44 personas en el barrio de Jobar, en la ciudad siria de Homs, la mayoría de las víctimas pertenecen a dos familias de activistas, denunció un grupo opositor.
Los Comités de Coordinación Local (CCL) aseguraron que esta ejecución sumaria se debió a que algunos de los familiares de las víctimas eran activistas opositores y a su rechazo a aparecer, en la televisión estatal, dando falso testimonio sobre la situación en Homs.
Por lo menos 36 de los fallecidos eran miembros de dos familias de Jobar, limítrofe con el devastado barrio de Bab Amro, mientras que el resto no han podido ser identificado. Estas matanzas se suman a las perpetradas el miércoles contra otras dos familias de este distrito, en cuyas inmediaciones las fuerzas del régimen asesinaron a un total de 20 personas, según el mencionado grupo opositor.
Estas informaciones, que no pudieron ser comprobadas de forma independiente debido a las restricciones impuestas a la prensa por el régimen de Damasco, coinciden con la visita a Siria de la subsecretaria de Asuntos Humanitarios de la ONU, Valerie Amos. Acompañada de una delegación humanitaria, Amos entró el miércoles en Bab Amro con el fin de evaluar la situación actual en el bastión de los rebeldes y las necesidades de la población civil, pero se encontró con un barrio prácticamente desierto tras un mes de bombardeos y combates entre las tropas del régimen y los rebeldes.
Enviado
También viajará a Damasco, el próximo sábado, el enviado de la ONU y la Liga Arabe para Siria, Kofi Annan, quien reprobó ayer en El Cairo una posible intervención militar en el país árabe, y explicó que esta opción empeoraría la situación.
Según datos de la ONU, más de 7.500 personas han muerto en Siria en los más de 11 meses que dura la rebelión contra el régimen de Al Asad, aunque los opositores calculan que esta cifra ya sobrepasa los 8.500.
Kofi Annan estimó ayer que una mayor militarización del conflicto agravaría la situación que ya es crítica en ese país, donde miles de personas han perdido la vida por la represión desatada.