Las audiencias se llevarán a cabo hasta el próximo 20 del corriente. Luego se conocerá el veredicto.
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Las audiencias se llevarán a cabo hasta el próximo 20 del corriente. Luego se conocerá el veredicto.
La resolución del asesinato del pequeño productor agrícola oriundo de Bolivia, Guillermo Arenas Solís, de 51 años, quien fue ultimado el 25 de noviembre de 2008 a 16 kilómetros de la localidad de Apolinario Saravia, entró ayer en la etapa final, ya que se dio inicio al juicio, en la Sala de Grandes Juicios de la Ciudad Judicial, contra los seis policías acusados de ser los responsables del hecho que conmocionó a los pobladores de Anta.
Cabe recordar que tras la ejecución del hombre diferentes versiones circularon durante 16 días, hasta que un policía, identificado como Celso Cruz, confesó que él, junto a tres de sus compañeros, ultimaron al hombre, que había sido apresado por intentar golpear a su concubina, Cervanda Matorras, con el fin de robarle los $20.000 y US$ 8.000 que Arenas Solís llevaba en sus bolsillos tras la venta de una cosecha de sandías.
Declararon tres efectivos
Durante la primera audiencia de debate el tribunal, integrado por los jueces de Cámara Carlos Pucheta, Bernardo Ruiz y Angel Longarte, interrogó a tres efectivos de la fuerza que participaron en la investigación del hecho.
La exsubcomisario López, a cargo de la subcomisaría de Apolinario Saravia, aseguró que se encontraba de franco el día del crimen.
Por su parte, los miembros de la Brigada de Investigaciones de Joaquín V. González, Víctor Hugo Montenegro, Elías Antonio Cuéllar y Martín Alberto Flores, que participaron en la reconstrucción de los hechos, fueron interrogados por los magistrados en presencia de los imputados, Celso Cruz, Francisco Bonifacio Díaz y Luis Alberto Santana, acusados y detenidos por el delito de homicidio calificado; Sergio David Ocampo, como partícipe necesario de homicidio calificado; Cirilo Cruz, por el delito de encubrimiento, y Rodolfo Andrés Rodríguez por violación a los deberes de funcionario público.
Escalofriante asesinato
El homicidio de Arenas Solís se produjo en la madrugada del 25 de noviembre de 2008, horas después de que su pareja, Cervanda Matorras, lo denunciara en la subcomisaría de El Dorado, diciendo que estaba borracho y que quería pegarle.
Por ese motivo, los agentes Sergio David Ocampo y Luis Alberto Santana se dirigieron hasta el domicilio de la víctima y lo trasladaron hacia la seccional policial, aunque en ese lugar no se notificó su ingreso ni egreso, y días más tarde fue hallado sin vida a la vera de la ruta provincial 5.
En un primer momento el cabo Celso Cruz dijo haber sido el autor material de los hechos, aunque después cambió su versión y culpó a tres de sus compañeros que se encontraban de guardia durante la jornada en la que Arenas Solís fue llevado hasta la dependencia de la mencionada localidad.