Parece de nunca de acabar. Ante una infinita cantidad de denuncias cruzadas en el caso Ciccone, que complican al actual vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, a la falta de antecedentes y extrañas relaciones se sumó una más. El juez Daniel Rafecas, atacado en los últimos días por el kirchnerismo, también investiga a Daniel Reposo, propuesto ahora para remplazar al procurador general de la Nación, Esteban Righi, una de las primeras víctimas que dejó el escándalo político. En una catarata de desmentidas, el flamante candidato a síndico general de la Nación calificó la denuncia como “carente de toda lógica” y de “operación mediática”, en una declaración hecha en sede judicial.
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Parece de nunca de acabar. Ante una infinita cantidad de denuncias cruzadas en el caso Ciccone, que complican al actual vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, a la falta de antecedentes y extrañas relaciones se sumó una más. El juez Daniel Rafecas, atacado en los últimos días por el kirchnerismo, también investiga a Daniel Reposo, propuesto ahora para remplazar al procurador general de la Nación, Esteban Righi, una de las primeras víctimas que dejó el escándalo político. En una catarata de desmentidas, el flamante candidato a síndico general de la Nación calificó la denuncia como “carente de toda lógica” y de “operación mediática”, en una declaración hecha en sede judicial.
La causa trata de una supuesta oferta de dinero a un mozo para que cambiara su declaración sobre un hecho violento ocurrido durante una reunión de directorio de Papel Prensa, que habría tenido como principales protagonistas al secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y al abogado José Soaje Pintos.
A su vez, tras las vinculaciones que lo acercaban cada vez más a la figura del vicepresidente (teniendo en cuenta su recorrido), Reposo se encargó de negarlo rotundamente en diálogo con medios afines al kirchnerismo. “Yo soy un hombre de la Presidenta y del Gobierno nacional”, se autodefinió contundente.
Por otra parte, el candidato se encargó de afirmar que, pese a ser un ferviente militante K, tal como lo demostró en sus cuentas de redes sociales (y que después borró minuciosamente), “jamás perdió la independencia, uno es un profesional que hace su trabajo”.
En este marco, no es de extrañarse que ante tantas irregularidades, un nuevo hecho comprometa más aún a los diversos actores involucrados en este escándalo de nunca acabar.