El Gran Premio de Bahréin ha dominado tanto la atención de la Fórmula Uno durante esta semana que las escuderías y los pilotos que se encuentran en China para la carrera del domingo (desde las 4 de argentina) podrían preguntarse si han llegado al país equivocado.
Puede que no haya arenas del desierto, pero Shanghái ofrecerá seguro suficiente acción mientras la F-1 decide si la semana que viene va al reino del Golfo Pérsico, inmerso en inestabilidad política, tal y como está previsto, o vuelve a Europa.
Por lo pronto el británico Lewis Hamilton perderá cinco puestos en la parrilla de salida del Gran Premio chino ya que fue castigado por la Federacion Internacional de Automovilismo (FIA) por la modificación realizada en la caja de cambios de su Mclaren por desperfectos técnicos.
Hamilton, de 23 años y segundo en la clasificación general luego de las dos carreras disputadas en Australia y Malasia, deberá sustituir la caja de cambios de su MP4-27 antes de disputar hoy la primera sesión de entrenamientos libres en China.
El cambio se debe a una avería detectada por los mecánicos de su equipo tras regresar del circuito de Sepang, Malasia y que no puede ser reparada debido a que, según el reglamento de la Fórmula 1, las cajas de cambios deben durar al menos tres carreras.
Así, el corredor británico campeón del mundo en 2008 no tendrá la posibilidad de salir desde el primer lugar de la parrilla, algo que sí ocurrió en las carreras disputadas en Australia y Malasia.
Por su parte, Fernando Alonso, ganador en Malasia y puntero del campeonato, prevé un fin de semana duro para Ferrari en Shanghai: “No cambió nada. La meta es lograr el mayor número de puntos” dijo el español, que cree que volverán a tener problemas para entrar en la Q3 de mañana, es decir partir entre los diez primeros.
Lo cierto es que si existía la posibilidad de que Lewis Hamilton se alzara con el premio en China, las m,simas se diluyeron tras ser sancionado ayer.
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El Gran Premio de Bahréin ha dominado tanto la atención de la Fórmula Uno durante esta semana que las escuderías y los pilotos que se encuentran en China para la carrera del domingo (desde las 4 de argentina) podrían preguntarse si han llegado al país equivocado.
Puede que no haya arenas del desierto, pero Shanghái ofrecerá seguro suficiente acción mientras la F-1 decide si la semana que viene va al reino del Golfo Pérsico, inmerso en inestabilidad política, tal y como está previsto, o vuelve a Europa.
Por lo pronto el británico Lewis Hamilton perderá cinco puestos en la parrilla de salida del Gran Premio chino ya que fue castigado por la Federacion Internacional de Automovilismo (FIA) por la modificación realizada en la caja de cambios de su Mclaren por desperfectos técnicos.
Hamilton, de 23 años y segundo en la clasificación general luego de las dos carreras disputadas en Australia y Malasia, deberá sustituir la caja de cambios de su MP4-27 antes de disputar hoy la primera sesión de entrenamientos libres en China.
El cambio se debe a una avería detectada por los mecánicos de su equipo tras regresar del circuito de Sepang, Malasia y que no puede ser reparada debido a que, según el reglamento de la Fórmula 1, las cajas de cambios deben durar al menos tres carreras.
Así, el corredor británico campeón del mundo en 2008 no tendrá la posibilidad de salir desde el primer lugar de la parrilla, algo que sí ocurrió en las carreras disputadas en Australia y Malasia.
Por su parte, Fernando Alonso, ganador en Malasia y puntero del campeonato, prevé un fin de semana duro para Ferrari en Shanghai: “No cambió nada. La meta es lograr el mayor número de puntos” dijo el español, que cree que volverán a tener problemas para entrar en la Q3 de mañana, es decir partir entre los diez primeros.
Lo cierto es que si existía la posibilidad de que Lewis Hamilton se alzara con el premio en China, las m,simas se diluyeron tras ser sancionado ayer.