“Lo tomaron prisionero”, confirmó el canciller galo, Alain Juppé. El funcionario agregó que el comité de crisis del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia ya está movilizado y en contacto con las autoridades colombianas. El periodista Romeo Langlois cubría las operaciones antinarcóticos del Ejército de Colombia en el departamento de Caquetá cuando el grupo guerrillero realizó una emboscada. Las autoridades informaron que resultó herido.
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“Lo tomaron prisionero”, confirmó el canciller galo, Alain Juppé. El funcionario agregó que el comité de crisis del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia ya está movilizado y en contacto con las autoridades colombianas. El periodista Romeo Langlois cubría las operaciones antinarcóticos del Ejército de Colombia en el departamento de Caquetá cuando el grupo guerrillero realizó una emboscada. Las autoridades informaron que resultó herido.
“Se presentaron cruentos combates con miembros del frente 15 de las FARC, en los que fueron asesinados un suboficial, dos soldados profesionales y un patrullero de la Policía Nacional”, indicó el Ministerio de Defensa colombiano en un comunicado antes de que se confirmara su secuestro.
El informe oficial da cuenta de la desaparición del corresponsal de guerra Romeo Langlois, de nacionalidad francesa. Especializado en el conflicto armado de Colombia, Langlois, de unos 30 años, se encontraba en ese país desde hace una década. En los años recientes trabajaba para la televisora France 24, indicó ese medio en París. Una fuente de la embajada francesa en Bogotá, que confirmó la información, señaló que “el periodista se encontraba con un grupo de militares que realizaba operaciones antidrogas, cuando fueron duramente atacados por las FARC.
“Las autoridades buscan en este momento a varias personas desaparecidas, entre ellas el periodista”, añadió la fuente diplomática.
Según el Ministerio de Defensa, los hechos ocurrieron en el caserío Buena Vista, Inspección de la Unión Peneya, en una zona rural del municipio de la Montañita, departamento de Caquetá. El reporte oficial señaló que en la operación previa a los combates fueron destruidos cinco laboratorios para el procesamiento de cocaína con capacidad para producir dos toneladas semanales del alcaloide y 400 kilos de pasta base de coca.