Durante el mes de marzo los flujos de comercio bilateral cayeron en un 8,5% debido a un débil crecimiento de las exportaciones (2,5%) y una caída de las importaciones (18,8%), de acuerdo a datos de la consultora abeceb. La desaceleración de las compras al país vecino obedece al impacto de la implementación local de las nuevas herramientas de política comercial. Este comportamiento comercial de Argentina es seguido por el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel. El resultado comercial de Argentina con Brasil arrojó en el mes de marzo un resultado negativo de US$ 131 millones, lo que marca una disminución del 73% del déficit registrado en marzo de 2011. En términos acumulados, las importaciones totales desde Brasil alcanzan los US$ 4.561 millones, un 34,4% por debajo del monto de 2011. Por su parte, las ventas externas a Brasil se contrajeron un 3,1% durante el primer trimestre del año y se ubicaron en los US$ 3.952 millones. De esta forma, en el primer trimestre de 2012 el resultado de comercio con Brasil se posicionó en los US$ -969 millones, contra los US$ - 1.065 millones en igual período de 2011.
Por su parte, en marzo las ventas externas hacia Brasil se posicionaron en los US$ 1.296 millones, un 2,5% por encima del registro del tercer mes de 2011. El débil crecimiento registrado en marzo de 2011 obedece a una desaceleración en las ventas de gas butano y propano, abonos y fertilizantes, pasta de celulosa, hilados de fibras textiles, polímeros de plástico, ajos frescos o refrigerados y vehículos de carga. Las ventas argentinas al país vecino dieron cuenta del 6,9% de las importaciones brasileñas en el mes de referencia. En el mismo período argentina se posiciona como tercer proveedor de Brasil superado por EEUU (US$ 2.834 millones) y por China (US$ 2.606 millones).
A su vez, las importaciones desde el país vecino registraron una caída del 18,8% en el mes de marzo, alcanzando un valor de US$ 1.427 millones. La contracción registrada en marzo de 2011 radica en una desaceleración en las ventas de automóviles y sus partes.
Sin insumos y liquidaciones tardías
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Durante el mes de marzo los flujos de comercio bilateral cayeron en un 8,5% debido a un débil crecimiento de las exportaciones (2,5%) y una caída de las importaciones (18,8%), de acuerdo a datos de la consultora abeceb. La desaceleración de las compras al país vecino obedece al impacto de la implementación local de las nuevas herramientas de política comercial. Este comportamiento comercial de Argentina es seguido por el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel. El resultado comercial de Argentina con Brasil arrojó en el mes de marzo un resultado negativo de US$ 131 millones, lo que marca una disminución del 73% del déficit registrado en marzo de 2011. En términos acumulados, las importaciones totales desde Brasil alcanzan los US$ 4.561 millones, un 34,4% por debajo del monto de 2011. Por su parte, las ventas externas a Brasil se contrajeron un 3,1% durante el primer trimestre del año y se ubicaron en los US$ 3.952 millones. De esta forma, en el primer trimestre de 2012 el resultado de comercio con Brasil se posicionó en los US$ -969 millones, contra los US$ - 1.065 millones en igual período de 2011.
Por su parte, en marzo las ventas externas hacia Brasil se posicionaron en los US$ 1.296 millones, un 2,5% por encima del registro del tercer mes de 2011. El débil crecimiento registrado en marzo de 2011 obedece a una desaceleración en las ventas de gas butano y propano, abonos y fertilizantes, pasta de celulosa, hilados de fibras textiles, polímeros de plástico, ajos frescos o refrigerados y vehículos de carga. Las ventas argentinas al país vecino dieron cuenta del 6,9% de las importaciones brasileñas en el mes de referencia. En el mismo período argentina se posiciona como tercer proveedor de Brasil superado por EEUU (US$ 2.834 millones) y por China (US$ 2.606 millones).
A su vez, las importaciones desde el país vecino registraron una caída del 18,8% en el mes de marzo, alcanzando un valor de US$ 1.427 millones. La contracción registrada en marzo de 2011 radica en una desaceleración en las ventas de automóviles y sus partes.
Sin insumos y liquidaciones tardías
Pequeños productores de consorcios agrícolas de la Región de Cuyo se quejaron que no tienen combustibles para hacer trabajar los camiones y soportan demoras en las liquidaciones de reintegros por exportaciones. De esta manera analizaron en un convocatoria la pérdida de competitividad que están teniendo los distintos rubros de los agronegocios. Una extensa agenda de los productores para hablar de las economías regionales, fue tratada recientemente en la Cámara de Comercio Exterior de San Juan. Asistieron, entre otros, los siguientes sectores: mielero, fruta fresca, exportadores de zapallos y hortalizas, de uvas de calidad y ajos de exportación.
Sin competitividad
Los coordinadores presentes en la entidad empresaria sanjuanina, manifestaron su preocupación por la pérdida de competitividad en sus exportaciones. Un motivo para perderla fue el incremento de los costos internos no compensados con variaciones suficientes en el tipo de cambio. También se quejaron de la dificultad de lograr combustible para operar los camiones y de las demoras en el cobro de los reintegros a la exportación. Además expresaron que tienen problemas con la nueva disposición de la Afip que resuelve el no pago de reintegros a las empresas que, en el pasado, no hayan ingresado divisas derivadas de alguna exportación.
Varios señalaron que están enfrentando una creciente competencia de ajos provenientes de China y uvas del Perú. Como aspectos positivos los coordinadores señalaron las ventajas derivadas del programa de subsidios que, con fondos del BID, el Gobierno de San Juan otorga para mejorar la calidad y la productividad de uvas, pasas de uva, zapallos y ajos.
El Gobierno nacional para los reclamos de los productores intentó, todavía sin éxito, mejorar la competitividad de los sectores. Pero estos tienen cadenas productivas con distintos valores. La competitividad aún no fue en Argentina un largo proceso de aprendizaje y negociación por grupos colectivos representativos que configuran la producción. Hacen falta, entre otros, programas de producción orgánica, gestión de la calidad y diferenciación de alimentos.