Mariana Nannis, la esposa del exjugador de fútbol Claudio Caniggia, vino a la Argentina la semana pasada para asistir a un desfile de modas del que participa su hija Charlotte. Además de desfilar junto a la jovencita, la inefable Mariana salió de compras, paseó y recorrió locales nocturnos. No se privó de nada, dicen.
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Mariana Nannis, la esposa del exjugador de fútbol Claudio Caniggia, vino a la Argentina la semana pasada para asistir a un desfile de modas del que participa su hija Charlotte. Además de desfilar junto a la jovencita, la inefable Mariana salió de compras, paseó y recorrió locales nocturnos. No se privó de nada, dicen.
A poco de su arribo, le preguntaron si conocía el boliche Esperanto, un lugar que vio crecer a varias de las botineras del momento. Como no sabía de qué le hablaban, la esposa de Claudio Paul Caniggia quiso ir a conocer esta disco tan particular.
Mariana llegó pasadas las 2.30 de la madrugada, acompañada por su sensual hija y un grupo de amigos. Ellas se mostraron muy cómodas y a gusto, saboreando un rico champagne y escuchando y conociendo los temas del momento en Argentina.
La reina de las botineras, que está radicada en Europa desde hace muchos años, se sentó en la mesa que Ricardo Fort tiene en el boliche y el millonario, que llegó más tarde, la recibió muy contento. Estuvieron un rato juntos, charlaron, bailaron y se rieron.
¿Es el comienzo de una amistad?, preguntaron los periodistas del chimento. Quizás. O no. Hasta ahora lo que se conoce es que lo pasaron muy bien juntos.