México despidió este miércoles al escritor Carlos Fuentes, fallecido el martes y cuyos restos serán cremados, con un homenaje público al que asistió el presidente Felipe Calderón y una multitud que dio su último adiós a una de las plumas latinoamericanas más destacadas.
"Ha fallecido uno de los más grandes escritores mexicanos de todos los tiempos (...) Contribuyó a colocar en la vanguardia mundial a la literatura latinoamericana", dijo el presidente Calderón ante el féretro con los restos del Premio Cervantes 1987.
Los restos mortales del escritor, fallecido el martes a los 83 años por una insuficiencia respiratoria derivada de una hemorragia del tubo digestivo, llegaron el mediodía del miércoles al Palacio de Bellas Artes, histórico recinto en el centro de la capital mexicana.
Justo enfrente del ataúd, a un lado del presidente Calderón, estaban Silvia Lemus, la viuda de Fuentes, y Cecilia, la única hija que le sobrevive al escritor, nacida de su primer matrimonio con la actriz Rita Macedo, fallecida en 1993.
Calderón subrayó que el escritor, cuyo legado incluye más de 50 obras desde "Los días enmascarados" (1954) hasta "Vlad" (2010), es uno de los protagonistas del llamado boom de la literatura latinoamericana, junto al colombiano Gabriel García Márquez, el peruano Mario Vargas Llosa y el argentino Julio Cortázar.
"Un abrazo para Fuentes, que siempre quedará en el alma mexicana", dijo por su parte el alcalde de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, visiblemente emocionado y sin separar la mirada del féretro.
"Fuentes era un gran seductor que atrapaba con un solo instrumento: la palabra (...). Carlos encarnó la idea de llevar a México al mundo y de traer mundo a México", dijo el también
escritor Federico Reyes Heroles, quien a petición de la familia del novelista leyó un mensaje durante el homenaje.
Los restos del escritor fueron velados en su domicilio en el sur de la ciudad, y a su llegada a Bellas Artes cientos de personas esperaban en las calles, algunos con libros, flores y cartulinas con mensajes de adiós que dejaron en el ataúd.
Concluido el homenaje oficial, las puertas de Bellas Artes se abrieron al público para que cientos de admiradores pudieran despedirse de Fuentes.
"Todavía no lo puedo creer, estuvo cerca de mí con sus libros toda mi vida. Qué va a ser de mí, de nosotros sin él", dijo con lágrimas en los ojos Raúl Acosta tras pasar junto al féretro. "Me pregunto qué será de las generaciones venideras sin su presencia, sin su comentario agudo sobre todo y nada, que invitaba a leerlo una y otra vez", afirmó Ruiz.
"Carlos Fuentes fue una luz en la oscuridad de un México donde es muy difícil hacer leer a los jóvenes. Hacerlos leer Aura(1962) ha sido una de las cosas menos difíciles que he hecho como profesor de literatura en secundarias públicas", comentó por su parte Gonzalo Ruiz, de 80 años.
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México despidió este miércoles al escritor Carlos Fuentes, fallecido el martes y cuyos restos serán cremados, con un homenaje público al que asistió el presidente Felipe Calderón y una multitud que dio su último adiós a una de las plumas latinoamericanas más destacadas.
"Ha fallecido uno de los más grandes escritores mexicanos de todos los tiempos (...) Contribuyó a colocar en la vanguardia mundial a la literatura latinoamericana", dijo el presidente Calderón ante el féretro con los restos del Premio Cervantes 1987.
Los restos mortales del escritor, fallecido el martes a los 83 años por una insuficiencia respiratoria derivada de una hemorragia del tubo digestivo, llegaron el mediodía del miércoles al Palacio de Bellas Artes, histórico recinto en el centro de la capital mexicana.
Justo enfrente del ataúd, a un lado del presidente Calderón, estaban Silvia Lemus, la viuda de Fuentes, y Cecilia, la única hija que le sobrevive al escritor, nacida de su primer matrimonio con la actriz Rita Macedo, fallecida en 1993.
Calderón subrayó que el escritor, cuyo legado incluye más de 50 obras desde "Los días enmascarados" (1954) hasta "Vlad" (2010), es uno de los protagonistas del llamado boom de la literatura latinoamericana, junto al colombiano Gabriel García Márquez, el peruano Mario Vargas Llosa y el argentino Julio Cortázar.
"Un abrazo para Fuentes, que siempre quedará en el alma mexicana", dijo por su parte el alcalde de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, visiblemente emocionado y sin separar la mirada del féretro.
"Fuentes era un gran seductor que atrapaba con un solo instrumento: la palabra (...). Carlos encarnó la idea de llevar a México al mundo y de traer mundo a México", dijo el también
escritor Federico Reyes Heroles, quien a petición de la familia del novelista leyó un mensaje durante el homenaje.
Los restos del escritor fueron velados en su domicilio en el sur de la ciudad, y a su llegada a Bellas Artes cientos de personas esperaban en las calles, algunos con libros, flores y cartulinas con mensajes de adiós que dejaron en el ataúd.
Concluido el homenaje oficial, las puertas de Bellas Artes se abrieron al público para que cientos de admiradores pudieran despedirse de Fuentes.
"Todavía no lo puedo creer, estuvo cerca de mí con sus libros toda mi vida. Qué va a ser de mí, de nosotros sin él", dijo con lágrimas en los ojos Raúl Acosta tras pasar junto al féretro. "Me pregunto qué será de las generaciones venideras sin su presencia, sin su comentario agudo sobre todo y nada, que invitaba a leerlo una y otra vez", afirmó Ruiz.
"Carlos Fuentes fue una luz en la oscuridad de un México donde es muy difícil hacer leer a los jóvenes. Hacerlos leer Aura(1962) ha sido una de las cosas menos difíciles que he hecho como profesor de literatura en secundarias públicas", comentó por su parte Gonzalo Ruiz, de 80 años.