María Fernanda Abad
Juana Dib acaba de presentar una novela de aire policial ambientada en la Salta de principios del siglo XX. “Flores naturales” es su décimo libro, y ganador del Primer Premio en los Concursos Literarios Provinciales 2010. La obra fue dada a conocer el miércoles pasado, en un acto llevado a cabo en la Unión Sirio Libanesa. La autora, que el 2 de agosto cumplirá 88 años, explicó que no quiso presentarla el año pasado porque una tristeza se imponía a la alegría que significa siempre el alumbramiento de un libro. “Esperaba que mejorase la situación de Siria, pero la guerra sigue. Es algo que me entristece mucho”, manifestó Juana Dib, quien es hija de sirios, oriundos del pueblo de Tumín, ubicado en cercanías del río Orontes.
Acerca de la trama de la novela, la autora contó: “Cada capítulo narra un casamiento. Están ambientados en diferentes clases sociales. La gente está en la iglesia esperando al novio, pero él no llega, salvo en una o dos ocasiones. Pero, en todos los casos, se trata de casamientos frustrados a raíz de una nota que recibe el novio antes del enlace. Estos hombres reaccionan de distinta manera ante ese escrito: unos lloran, otros rompen la ropa, otros se van de viaje, hay quien se mata, hay quien asesina a su suegra...”.
Aunque cada capítulo es independiente de los otros, hay una serie de personajes que se repiten y van enhebrando las historias hasta darles unidad de novela. Uno de ellos es un periodista, Miguel Benítez, encargado de hacer -a regañadientes- las crónicas sociales en el periódico en el que trabaja. Ante la extraña sucesión de casamientos frustrados por deserción de los novios, este personaje decide iniciar una investigación.
“Cada capítulo de ‘Flores naturales’ tiene un brillo particular por la polifonía y los cambios de perspectiva. Obra de enorme suspenso y desenlace sorprendente”, dijo el jurado acerca de este relato premiado a nivel provincial en 2010.
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María Fernanda Abad
Juana Dib acaba de presentar una novela de aire policial ambientada en la Salta de principios del siglo XX. “Flores naturales” es su décimo libro, y ganador del Primer Premio en los Concursos Literarios Provinciales 2010. La obra fue dada a conocer el miércoles pasado, en un acto llevado a cabo en la Unión Sirio Libanesa. La autora, que el 2 de agosto cumplirá 88 años, explicó que no quiso presentarla el año pasado porque una tristeza se imponía a la alegría que significa siempre el alumbramiento de un libro. “Esperaba que mejorase la situación de Siria, pero la guerra sigue. Es algo que me entristece mucho”, manifestó Juana Dib, quien es hija de sirios, oriundos del pueblo de Tumín, ubicado en cercanías del río Orontes.
Acerca de la trama de la novela, la autora contó: “Cada capítulo narra un casamiento. Están ambientados en diferentes clases sociales. La gente está en la iglesia esperando al novio, pero él no llega, salvo en una o dos ocasiones. Pero, en todos los casos, se trata de casamientos frustrados a raíz de una nota que recibe el novio antes del enlace. Estos hombres reaccionan de distinta manera ante ese escrito: unos lloran, otros rompen la ropa, otros se van de viaje, hay quien se mata, hay quien asesina a su suegra...”.
Aunque cada capítulo es independiente de los otros, hay una serie de personajes que se repiten y van enhebrando las historias hasta darles unidad de novela. Uno de ellos es un periodista, Miguel Benítez, encargado de hacer -a regañadientes- las crónicas sociales en el periódico en el que trabaja. Ante la extraña sucesión de casamientos frustrados por deserción de los novios, este personaje decide iniciar una investigación.
“Cada capítulo de ‘Flores naturales’ tiene un brillo particular por la polifonía y los cambios de perspectiva. Obra de enorme suspenso y desenlace sorprendente”, dijo el jurado acerca de este relato premiado a nivel provincial en 2010.
Más sobre la autora
Juana Dib es autora de poemas, cuentos y novelas. Entre sus publicaciones figuran “La mandrágora” (poemas), “Las invitadas” (cuentos), “El páramo que clama” (poemas) “Viajeros del Orontes” (novela), “Poblada de voces” (poemas) y “Elegía a Palestina” (poemas).
Fue docente y -cuenta- amó la lectura desde niña a pesar de que en su casa no había biblioteca: “Pero mi hermana mayor, que era modista, era muy lectora. Para poder hacer su trabajo compraba revistas como la Neoplan o la Chavela, que publicaban novelas completas. Entregada a esas historias palaciegas, de amores apasionados, comenzó mi pasión por la escritura”.
Justamente, el hecho de haber crecido envuelta en telas, alfileteros y puntillas le permitió pintar con delicado trazo el ropaje, los ornamentos y los tocados de las protagonistas de este relato. “Mi hermana vistió a casi todas las novias de Salta, por eso conozco bastante del tema”, explicó la autora.