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ACV

Las víctimas de un ACV pueden sufrir espasticidad

Domingo, 27 de mayo de 2012 21:17
La espasticidad se caracteriza por pérdida de fuerza y coordinación, y trastornos en el habla, visuales, deglutorios y de la memoria.

El accidente cerebro vascular (ACV) se considera la segunda mayor causa de muerte en el mundo y, se estima que el 25 por ciento de la población que sobrevive a uno de estos episodios padece de espasticidad.

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La espasticidad se caracteriza por pérdida de fuerza y coordinación, y trastornos en el habla, visuales, deglutorios y de la memoria.

El accidente cerebro vascular (ACV) se considera la segunda mayor causa de muerte en el mundo y, se estima que el 25 por ciento de la población que sobrevive a uno de estos episodios padece de espasticidad.

Esto se traduce en pérdida de fuerza total o parcial (en un lado del cuerpo), falta de coordinación motora y trastornos del habla, deglutorios, visuales y/o en la memoria.

A menudo los pacientes quedan con limitaciones motrices, que pueden cambiar totalmente el curso de su vida si no son adecuadamente tratadas. En algunos casos, por ejemplo, los pacientes presentan una rigidez excesiva de los músculos, principalmente en brazos y piernas. El paciente siente que cuanto más intenta movilizar el brazo o la pierna afectada, más resistencia y endurecimiento presentan los músculos y, en algunos casos, tienen espasmos dolorosos.

Los síntomas varían de una contracción leve a una deformidad severa, que afecta la movilidad, haciendo a los pacientes dependientes de la ayuda para actividades cotidianas como caminar, comer y vestirse.

Para dar respuesta a este cuadro, cada vez más los especialistas recurren a las aplicaciones de la toxina botulínica conocida comercialmente como botox, con el propósito de optimizar el tratamiento y agilizar la recuperación de estas personas en conjunto con la fisioterapia. El tratamiento de la espasticidad con botox ha ido reemplazando gradualmente otras opciones terapéuticas, ya que ayuda a reducir el endurecimiento de los músculos comprometidos y facilita la higiene y la movilidad de los miembros afectados, permitiendo al paciente recuperar la calidad de vida y el retorno a sus actividades diarias en forma independiente.

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