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Una larga historia de ilusiones y fracasos

Sabado, 16 de junio de 2012 23:45

El 29 de abril del año pasado, en esta misma columna, contamos una parte de la larga lucha que los tartagalenses llevaron adelante a favor del dique Itiyuro. Nos referimos, entonces, a cuando medio Tartagal llegó a Salta en 1961 para exigir que la Legislatura aprobara el convenio entre la provincia y el consorcio europeo FINEX CORP, (Export and Finance Corporation). Este convenio iba a permitir la financiación de la construcción del embalse, los canales de riego y la usina hidroeléctrica. El resultado fue que el gobernador Bernardino Biella promulgó la Ley 3.543 el 4 de mayo de 1961.
Concluido el trámite parlamentario de la “Ley Itiyuro”, la oposición política -radicales del pueblo, conservadores y demócratas cristianos- desató a nivel provincial y nacional, una despiadada campaña de des- prestigio contra el gobierno de Biella, de la que participaron, además, conspicuos jefes de la guarnición local y de Gendarmería. El convenio con FINEXCORP fue catalogado como el “negociado del siglo” y, antes de fin de año (1961), el gobierno de Salta se vio envuelto en un escándalo de grandes proporciones hasta que por presión de los militares fue intervenida por el gobierno nacional.
 

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El 29 de abril del año pasado, en esta misma columna, contamos una parte de la larga lucha que los tartagalenses llevaron adelante a favor del dique Itiyuro. Nos referimos, entonces, a cuando medio Tartagal llegó a Salta en 1961 para exigir que la Legislatura aprobara el convenio entre la provincia y el consorcio europeo FINEX CORP, (Export and Finance Corporation). Este convenio iba a permitir la financiación de la construcción del embalse, los canales de riego y la usina hidroeléctrica. El resultado fue que el gobernador Bernardino Biella promulgó la Ley 3.543 el 4 de mayo de 1961.
Concluido el trámite parlamentario de la “Ley Itiyuro”, la oposición política -radicales del pueblo, conservadores y demócratas cristianos- desató a nivel provincial y nacional, una despiadada campaña de des- prestigio contra el gobierno de Biella, de la que participaron, además, conspicuos jefes de la guarnición local y de Gendarmería. El convenio con FINEXCORP fue catalogado como el “negociado del siglo” y, antes de fin de año (1961), el gobierno de Salta se vio envuelto en un escándalo de grandes proporciones hasta que por presión de los militares fue intervenida por el gobierno nacional.
 

Derogación del convenio

Mientras Frondizi fue presidente de la Nación, el convenio con FINEXCORP se mantuvo, pero todo cambió cuando el gobierno constitucional fue destituido por un golpe militar luego de que el peronismo arrasara en todo el país, en los comicios del 18 de marzo de 1962.
Reemplazado Frondizi por José María Guido en la presidencia de la Nación y, renunciado y exiliado en Montevideo el exinterventor federal de Salta, Escobar Cello, el general Federico Toranzo, jefe de la guarnición local, se hizo cargo de la gobernación.
 

En 1947, el gobierno de Salta contrató a la firma Ballofet- Cuenca-Ferrari para estudiar el aprovechamiento del Itiyuro.

La construcción del embalse comenzó en 1965 y el 95% de la obra se ejecutó durante el gobierno de facto.

El 14 de enero de 1981, apareció una fisura en la estructura del dique. El gobierno dijo que había “riesgo de destrucción”.

La provincia destinó 33 millones de pesos para la reconstrucción del dique, y la Nación aportó 8 millones.

El 15 de mayo, el gobernador militar, derogó el convenio con FINEXCORP, haciendo que el proyecto del Itiyuro volviera a fojas cero y retrocediera 15 años ya que se trataba de una iniciativa elaborada por AGAS en 1947, durante la gobernación de Lucio Cornejo Linares.
De un plumazo, la obra que había sido concebida para poner bajo riego tierras feraces y elaborar un plan de colonización, quedó en la nada. Y lo mismo con la generación de hidroelectricidad que tenía por objeto complementar la creciente necesidad energética de YPF.
 

Nuevo proyecto de ley

Pocos días después de la resolución del general Federico Toranzo Montero, asumió la intervención federal de Salta Julio Castellanos. Pero con el nuevo interventor nada cambió con respecto al Itiyuro.
Un año después, el 7 de julio de 1963, el país fue convocado a elecciones generales y, como el peronismo había sido proscripto, en nuestra provincia resultó electo gobernador Ricardo Durand.
No bien asumieron las nuevas autoridades el 12 de octubre de 1963, el senador por el departamento San Martín, Héctor Hugo Heredía, presentó un proyecto de ley para que la provincia construyera el dique Itiyuro en San Martín. Debía ser para riego, aprovechamiento hidroeléctrico y provisión de agua a Salvador Mazza, Tobantirenda, Piquirenda, Aguaray, Tartagal y General Mosconi.
El proyecto fue aprobado por la Legislatura en mayo de 1964 y promulgado por el goberna- dor Ricardo Durand el 4 de junio de ese año, como Ley 3.823. Al año siguiente (1965) comenzó la ejecución de la obra, al norte de Aguaray, y a 12 kilómetros de la frontera con Bolivia.
 

Inauguración

Luego de ocho años de idas y vueltas, de parálisis y reactivaciones, la obras del Itiyuro, reducidas solamente al embalse, fueron inauguradas el 20 de febrero de 1972, día en el que se celebraba el 160º aniversario de la Batalla de Salta. Al acto asistió muchísima gente, además de las autoridades de facto; entre otros, el presidente de la Nación, Alejandro Agustín Lanusse; el ministro del Interior, Arturo Mor Roig; el gobernador de Salta, mayor Ricardo Spangenberg, y el intendente de Tartagal, Alberto Abraham. También lo hicieron el obispo de Orán, monseñor Manuel Guirao, quien bendijo el embalse, y el titular de la Misión San Francisco, fray Roque Chielli.
Cuando esa tarde el presidente Lanusse abandonó Tartagal, los que habían luchado años por la concreción del Itiyuro estaban satisfechos, pese a que solo una parte del proyecto se había concretado. Eso sí, ni soñaban que, diez años después, ese dique les traería grandes dolores de cabeza. Fisuras, colmatación temprana, fallas de materiales, dragado, demoras en la construcción de acueductos y planta potabilizadora, son algunos de los tantos problemas que surgieron cuando el dique “aún era joven y mucho se esperaba de él”.
 

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