Luego de tanta tensión, Hugo Moyano puso freno al paro de choferes de transporte de combustibles, pero no bajó la guardia. Ayer a la tarde, y frente a la denuncia penal por amenazas agravadas que presentó el Gobierno nacional, y por la que sancionarían a Camioneros por 4 millones de pesos, levantó la medida de fuerza pero anunció un paro nacional para el próximo miércoles. La protesta de los camioneros fue leída en casi todos los espectros políticos del país como una lucha de poder entre el camionero y el Gobierno nacional.
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Luego de tanta tensión, Hugo Moyano puso freno al paro de choferes de transporte de combustibles, pero no bajó la guardia. Ayer a la tarde, y frente a la denuncia penal por amenazas agravadas que presentó el Gobierno nacional, y por la que sancionarían a Camioneros por 4 millones de pesos, levantó la medida de fuerza pero anunció un paro nacional para el próximo miércoles. La protesta de los camioneros fue leída en casi todos los espectros políticos del país como una lucha de poder entre el camionero y el Gobierno nacional.
La medida de fuerza, que se realizará para exigir la eliminación del impuesto a las Ganancias sobre los salarios, afectará a todas las ramas del transporte y concluirá con una movilización a la Plaza de Mayo.
Luego del anuncio del secretario general de la CGT y líder de Camioneros, las destilerías de combustibles iniciaron el normal funcionamiento, aunque los primeros camiones comenzaron a salir a primeras horas de anoche.
Cabe destacar que la medida de fuerza provocó un desabastecimiento casi total en las estaciones de servicio del todo el país y que comenzaba a escasear el gas incluso para uso doméstico.
El anuncio de Moyano se realizó luego del acuerdo alcanzado con la federación que agrupa a las entidades empresarias del autotransporte de cargas (Fadeeac) y que consiste en un aumento salarial del 25,5% que se abonará en tres cuotas.
Según lo informó el propio titular de la entidad empresarial, Luis Morales, el mes que viene se pagará un aumento del 12,5%, en noviembre, se entregará otro del 7% y la cuota final, del 6%, se cobrará en marzo del año próximo. “El tema salarial pasa a segundo plano. No sirve de absolutamente nada si no se aumenta el mínimo no imponible”, señaló Moyano en otro abierto desafío a la Casa Rosada.
La medida gremial no solo afectó a las estaciones de servicio sino que, además, provocó la reducción de frecuencia en algunas empresas de colectivos y de recolección de residuos.
De esta manera, el Gobierno nacional ya había anunciado que aplicaría la ley de abastecimiento para garantizar la provisión de combustibles y de otras mercaderías.
En ese marco es que también el Ejecutivo amenazó con denunciar penalmente a los empresarios de transporte por “violación a la ley de soberanía hidrocarburífera y al Código Penal”.
Esta medida se realizaría ante la sospecha de que dentro de la protesta de Camioneros habría un “lock out” empresarial, lo que fue tajantemente desmentido por los hombres de negocios.
Por su parte, los líderes que componen la central obrera salieron a apoyar el paro nacional convocado por Hugo Moyano y repudiaron las amenazas de querellarlo junto a su hijo Pablo, lanzadas el miércoles a la noche por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, luego del regreso anticipado de la presidenta Cristina de Kirchner desde Brasil.