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El islamista Morsi, primer presidente democrático en Egipto

Domingo, 24 de junio de 2012 19:39

Mohamed Morsi es el primer presidente elegido libremente de la historia de Egipto. Así lo ha comunicado la Comisión electoral en medio de una tremenda expectactiva e incertidumbre, generada por el retraso del anuncio electoral, esperado desde hace días.

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Mohamed Morsi es el primer presidente elegido libremente de la historia de Egipto. Así lo ha comunicado la Comisión electoral en medio de una tremenda expectactiva e incertidumbre, generada por el retraso del anuncio electoral, esperado desde hace días.

Mohamed Morsi sucederá al dictador Hosni Mubarak, destronado por la revuelta popular egipcia que emocionó al mundo árabe y que demostró que “la gente sí puede acabar con el régimen”, como reza el grito de guerra de las revoluciones árabes, que aún recorre la región.

En los últimos días, ambos candidatos, un militar y un islamista, habían cantado victoria por adelantado, al tiempo que los resultados que debían haberse conocido el pasado jueves se fueron retrasando.

Una victoria con interrogantes

 La victoria llega plagada de interrogantes. El principal es cómo se repartirá el poder el nuevo presidente con los militares. La junta militar que gobierna el país, tras la caída de Mubarak, emitió hace una semana, cuando los egipcios terminaban de depositar su voto, un texto constitucional, por el que recortan drásticamente los poderes del presidente entrante.

El poder legislativo queda así en manos de los militares, después de que disolvieran el Parlamento, echando mano de una amplia interpretación de una sentencia del Constitucional que anulaba parte de los escaños por la supuesta violación de un tecnicismo electoral. Lo relativo a la defensa del país y su presupuesto también compete ahora plenamente a los militares, que además ostentan un poder de veto de facto sobre la redacción de la futura constitución. Los militares o el llamado “estado profundo”, que maneja la política, pero también buena parte de la economía del país, se han resistido con estas medidas y en el último momento a ceder el testigo del poder.

La junta militar se ha comprometido a entregar el poder a las autoridades civiles antes del 1 de julio. Más allá de actos más o menos simbólicos, los actores políticos de esta tortuosa transición son conscientes de que desprenderse de la tutela del ejército va a llevar años.

La principal oposición

La junta militar ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad tras las decisiones judiciales que han dado un vuelco al futuro político de Egipto, al asegurar que las elecciones presidenciales previstas para este fin de semana siguen en pie.

Los islamistas, encabezados por Mohamed Morsi, se enfrentan a Ahmed Shafiq, el aspirante preferido del Ejército, que sale reforzado tras validar la Justicia su candidatura, pese a sus estrechos vínculos con el antiguo régimen. El partido de los Hermanos Musulmanes ha sufrido por el contrario un importante batacazo político. Han visto cómo se esfuma de un plumazo su abrumadora y recién estrenada superioridad parlamentaria, después de que el Tribunal Constitucional declarara inválida la composición de la Cámara que dominan. Buena parte de sus escaños -hasta 100 de un total de 235- fueron elegidos precisamente en virtud de la cuota asignada a los candidatos individuales, los mismos que ahora cuestiona la Corte.

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